La muerte de un niño de 12 años en Caicara de Maturín, al oeste de Monagas, ha conmocionado a la ciudad. El menor, identificado como Manuel, falleció luego de resultar intoxicado por la ingesta de desperdicios que consiguió en la basura.
Él y su familia vivían en extrema pobreza y se vieron obligados a recurrir a los basureros para conseguir algo que apaciguara el hambre.
El padre de Manuel, Rudy José Arzolar, se ha dedicado al cuidado de sus siete hijos desde que su esposa falleció hace varios años. La falta de recursos económicos ha hecho que sea difícil para él proveerles lo básico, como un plato de comida o conseguir trabajo. En consecuencia, la necesidad los ha obligado a hurgar en los botaderos para colectar algo que les llene el estómago.
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En un video publicado por la fundación Cuidarte, el hombre relató que el niño tomó algo del basurero y lo comió, pero desconoce si lo que consumió estaba dañado o con veneno para animales.
El niño fue llevado al Hospital Manuel Núñez Tovar en Maturín, donde se corroboró la intoxicación por alimentos.
Sin embargo, su padre no contó con el dinero para costear los gastos fúnebres y el arreglo del cuerpo, por lo que lo enterraron en estado de descomposición.
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