En el Hospital J. M. de los Ríos se realizó un trasplante de vivo a vivo luego de 13 años. No obstante, esto no significó que se hayan reactivados los trasplantes por completo en el país.
Aún así, esto es un paso que abre las puertas a una mejora en los tratamientos para pacientes renales.
A un adolescente del área de nefrología del JM de los Ríos se le trasplantó el pasado 30 de noviembre. El evento ocurrió después que murieran al menos 74 menores de edad desde 2017 en ese servicio, esperando por trasplantes.
Ante esto, 70 ONG solicitaron a la Administración Maduro cumplir con las condiciones para reactivar completamente los trasplantes. En una misiva pidieron que los hospitales estén en buenas condiciones estructurales, funcionen los servicios públicos, insumos, medicamentos, alimentos, corrección de los equipos, reactivos en los laboratorios y en los centros de trasplantes, entre otros factores importantes.
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En concreto exigieron «el suministro de medicamentos anti rechazo o inmunosupresores». Señalan que esto es como tratamiento necesario «para impedir que el cuerpo rechace el nuevo órgano o tejido de por vida» y los cuales «deben ser entregados en las Farmacias de Alto Costo».
Las organizaciones denunciaron que a los trasplantados antes de 2017 y recientemente, mediante trasplantes de vivo a vivo, se «le han entregado medicamentos vencidos».
Afirmaron que dichas medicinas viejas «han causado efectos secundarios en algunas personas». Asimismo, los demandantes manifestaron que muchas de estas personas acudieron a organizaciones de la sociedad civil «buscando apoyo con los medicamentos».
PACIENTES DEBEN RECIBIR HORAS SEGÚN EL TRATAMIENTO
De igual forma exigieron que las personas en unidades de diálisis «reciban el número de horas determinadas, según la particularidad de su tratamiento, cumpliendo con los protocolos de la OMS». Esto, dicen, garantizando a estas personas «el suministro regular de agua, el acceso a los medicamentos e insumos que requieren. También deben contar con el servicio de transporte para trasladarse a su unidad de diálisis correspondiente».
«Muchos han fallecido a la espera de una respuesta, sólo en el Hospital J.M de los Ríos ya van 74 niños del Servicio de Nefrología fallecidos entre 2017 y 2022. Esto sin poder optar por la opción del trasplante –recordando que el programa de trasplantes de cadáver a vivo, actualmente suspendido, es su principal opción–», subrayaron.
Por último, enfatizaron que el Estado debe permitir «la participación de las personas que reciben tratamiento y continúan esperando la completa reactivación».
«Consideramos importante la difusión de este comunicado con el objeto de aclarar responsablemente a las personas que están a la espera de un trasplante y sus familiares. Esto porque el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos continúa suspendido actualmente en el país», finalizaron.
