La rutina en el Centro de Control y Resguardo del Detenido de Boleíta se vio interrumpida abruptamente al mediodía del martes. Mientras se realizaban las acostumbradas visitas a los reclusos, se escuchó de repente un disparo proveniente de una de las celdas.
Los custodios reaccionaron rápidamente sacando a los familiares y los reclusos aprovecharon la confusión para atrincherarse dentro del penal, utilizando colchones para bloquear la entrada principal.
En cuestión de minutos, agentes de la Policía Nacional Bolivariana rodearon la instalación penitenciaria y cortaron el acceso al exterior.
#Caracas Así fue el motín registrado hoy en la sede de la PNB en Boleíta. Los presos piden traslados a las cárceles porque ya no soportan el hacinamiento y las precarias condiciones a las que sobreviven en este recinto policial. pic.twitter.com/6lo44JoHSI
— Obs. V. de Prisiones (@oveprisiones) July 26, 2023
Sin embargo, los presos lograron mantener el control del interior e impidieron el ingreso de las fuerzas del orden. Desde adentro, exigieron una serie de condiciones a cambio de poner fin a la revuelta.
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Entre las peticiones de los reclusos se encontraban algunas bastante inusuales, como la instalación de wifi y permisos de salida temporales. También solicitaron que se reanuden las visitas de familiares, suspendidas recientemente. Representantes del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz se presentaron en el penal para dialogar con los presos y tratar de mediar en el conflicto.
Curiosamente, esta no es la primera situación irregular que se registra en el penal de Boleíta en los últimos tiempos. Hace apenas unos días, siete reclusos lograron escapar aprovechando la complicidad de varios custodios que fueron sobornados. Las autoridades aún no han logrado recapturar a ninguno de los fugados y los guardias cómplices enfrentan ahora procesos judiciales.
El motín parece ser un nuevo episodio en la creciente crisis del sistema penitenciario venezolano, sacudido en los últimos tiempos por fugas, revueltas y denuncias de corrupción