EN VIDEO | «No somos delincuentes»: Venezolanos detenidos en Trinidad y Tobago exigen libertad, afirman ser víctimas de tratos crueles

Jhoan Melendez
Por Jhoan Melendez 3 Min de Lectura
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Foto: Captura de video

Un grupo de 70 venezolanos detenido en el Helipuerto de Chaguaramas en Trinidad y Tobago exige su liberación, ya que tienen casi un mes privados de libertad en ese recinto sin haber cometido algún delito.

Entre ese puñado de migrantes habría inclusos niños. «Somos seres humanos, queremos respuestas. No somos delincuentes. Queremos libertad», señala uno de los migrantes en un video difundido en redes sociales.

Asimismo, en el material, el grupo de personas que aparece en él gritan al unísono la palabra «libertad».

Además, denunciaron ser víctimas de tratos crueles e inhumanos bajo las precarias condiciones de su detención.

El partido Vente Venezuela difundió ese video y exigió la liberación de cada uno de ellos. Adicionalmente, advirtieron que esa situación reafirma que Trinidad y Tobago «viola los derechos humanos».

DETENIDOS PESE A SOLICITUDES DE LA DEFENSA

El gobierno de Trinidad y Tobago desestimó liberar a los migrantes venezolanos, aún cuando su defensa lo solicitó el martes pasado. Ese día, exigieron su excarcelación para más tardar el 3 de agosto. No obstante, esto no fue cumplido.

Frente a ello, la defensa de los 70 connacionales advirtió que debido a detención ilegal de sus defendidos, estos tendrán derecho a daños y perjuicios.

Además, los abogados exhortaron a no deportarlos hasta tanto Acnur no corrobore el estatus de refugiado de cada uno.

«Es necesario que haya más legislación nacional sobre el tratamiento de los refugiados o solicitantes de asilo», demandaron.

Del mismo modo, los letrados alertaron que las condiciones en ese helipuerto no son las mejores, según reseñó el medio local News Day.

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«Las condiciones en el Helipuerto han empeorado. No se proporciona agua potable. Los detenidos no tienen otra alternativa que beber el agua de la tubería que está contaminada«, advirtieron.

«El agua que fluye de la tubería es amarilla o marrón. El inodoro está goteando agua como un río. La comida proporcionada por la instalación se echa a perder. La gente no está recibiendo comida», sentenciaron.

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