El ambientalista y coordinador de Clima 21, Alejandro Álvarez, alertó que la actividad minera pone en peligro al menos a 30 ríos del sur de Venezuela y en consecuencia, también al país.
El biólogo alertó a Radio Fe y Alegría que este tipo de labores contaminan los cauces de agua dulce.
El experto también resaltó que la mayoría de la minería se practica cerca de las riberas de los ríos. Menciona que incluso hasta se llega a hacer directamente en ellos.
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«Treinta de los principales ríos del sur de Venezuela están afectados. Debemos recordar que más del 80% del agua dulce de Venezuela está del Orinoco hacia abajo. Entonces estamos perdiendo una enorme capacidad y potencial que tiene el país», avisó.
En ese sentido, destacó la necesidad de tomar conciencia y llevar a cabo acciones de protección de los ríos.
«La cuenca del Orinoco es una de las cuencas más importantes de América del Sur. Y esa es la principal que ocupa más de dos tercios del territorio nacional. Hablamos de la ribera derecha del Orinoco, que son los que están en los estados Bolívar y Amazona», detalló Álvarez.
En ese orden de ideas, aseveró que en esa zona, casi todos los ríos forman parte de dicha cuenca, a excepción de dos grupos pequeños. Uno de estos se ubica en la cuenca del Cuyuní, al extremo oriente del estado Bolívar. El otro, en la cuenca del Río Negro, al sur completo del estado Amazonas.
«Tenemos mucha preocupación porque ríos tan importantes como son el Caroní, el Caura, el Ventuari, ya tienen indicios fuertes de daño ambiental en ellos», subrayó.
SEDIMENTOS A CAUSA DE LA DEFORESTACIÓN
Por otro lado, el biólogo precisó que el daño ambiental, en parte, está relacionado a deforestación. Esta potencia el aumento de sedimentos que los ríos llevan dada la contaminación por mercurio.
«Parte de esa sedimentación va a parar al embalse de Guri», puntualizó.
Sobre todo esto, hizo hincapié en dos situaciones: «Por una parte se está colmatando, cada vez más rápido ese embalse, haciéndose cada vez menos profundo y por lo tanto reduciendo la vida útil de ese embalse; y por otra parte ese sedimento, cuando pasa por la turbina, hace que esas turbinas se dañen más rápidamente».
