En medio de una de las peores tragedias naturales que ha azotado el centro de Texas (EEUU), una historia de supervivencia ha conmovido al país. El protagonista: un perrito que logró salvarse de las devastadoras inundaciones refugiándose en el lugar más inesperado.
De acuerdo con el reporte televisora local KENS 5, de San Antonio, la familia Vlasek, residente de la ciudad de Hunt, perdió su hogar en cuestión de minutos cuando el río Guadalupe se desbordó la noche del 4 de julio. Sin tiempo para rescatar a su perrito, huyeron cuesta arriba, temiendo lo peor.
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Días después, Cody Vlasek, el hijo adolescente de la familia, regresó a la casa destruida en busca de pertenencias. Al irrumpir por una ventana, escuchó arañazos y gemidos provenientes de la lavadora.
Al asomarse, encontró a su perro flotando dentro, vivo y temblando. El hallazgo fue un rayo de esperanza en medio de la desolación. “Se puede reemplazar una casa, pero no se pueden reemplazar vidas”, declaró Cody, todavía conmovido por el milagro.
Según reportes, las inundaciones han dejado un saldo trágico: más de 130 muertos, incluidos al menos 36 niños, y decenas de desaparecidos.
Camp Mystic, un campamento cristiano para niñas, fue uno de los lugares más golpeados, con 27 víctimas confirmadas.
Es por ello, que la historia del perro rescatado no solo representa una excepción milagrosa, sino también un símbolo de resiliencia en medio del dolor colectivo.
Mientras comunidades enteras luchan por reconstruirse, la historia del perro de los Vlasek se ha viralizado como un testimonio de esperanza. De hecho, en redes sociales, miles de personas han compartido mensajes de apoyo, destacando el vínculo emocional entre humanos y animales en tiempos de crisis.
