Ava Moore, la joven 18 de años que era cadete de la Fuerza Aérea de EEUU, fue despedida y enterrada este fin de semana, luego de su trágica muerte días atrás cuando fue atropellada en su kayak por una venezolana que manejaba una moto de agua.
Con la bandera a media asta y honores militares completos, sus familiares, amigos y miembros de la aviación le dieron el último adiós.
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A Moore la despidieron durante un servicio privado. Su féretro lo cubrieron con una bandera estadounidense en los instantes previos a su entierro. Además, varias personas llegaron al acto con flores para mostrar solidaridad con su familia.
Una mujer reconoció que espera que su muerte no sea en vano, y que sirva para crear consciencia sobre la falta de patrullaje en lagos locales.
La muerte de la cadete de la Fuerza Aérea ha generado atención nacional y política, al punto incluso de que funcionarios pidan la pena de muerte para los venezolanos involucrados en su deceso, entre ellos el gobernador de Texas.
Sin embargo, según Telemundo, la máxima sentencia en ese estado por homicidio involuntario es de 20 años.
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EL CASO DE AVA MOORE
El pasado fin de semana, dos venezolanos resultaron detenidos por la muerte de la cadete Ava Moore, provocada por un atropello en moto de agua en el lago Grapevine.
Moore, de 18 años, se encontraba practicando kayak cuando la impactó dicho vehículo acuático. Esta era conducida a alta velocidad, Daikerlyn Alejandra González González, una migrante venezolana indocumentada de 21 años.
El impacto le causó un traumatismo craneal severo. Aunque la trasladaron a un hospital cercano, no logró sobrevivir.
Las autoridades han señalado que González manejaba la moto acuática sin la debida autorización y bajo los efectos del alcohol.
Tras el accidente, en lugar de permanecer en la escena y prestar ayuda, huyó con la ayuda de su acompañante, Maikel Coello Perozo (21), quien la sacó del lugar en un automóvil.
En su intento de escape, Perozo chocó contra otros dos vehículos, lo que complicó aún más la situación. Sin embargo, la policía de Grapevine y Dallas logró arrestar a los venezolanos 24 horas después del incidente.
González enfrenta cargos de homicidio involuntario, conducción negligente y abandono del lugar de un accidente mortal. Por su parte, a Perozo lo acusaron de colisión con daños a terceros durante su huida. La fianza de la mujer se fijó en 500 mil dólares, mientras la del hombre en 3.250 dólares.