Autoridades sanitarias detectaron una amenaza «invisible» en las playas de Florida (EEUU): Vibrio vulnificus, una bacteria marina apodada “carnívora” por su capacidad de devorar tejido humano, que ya ha causado la muerte de cuatro bañistas en lo que va de 2025.
De acuerdo con el Departamento de Salud del estado, se confirmó 11 infecciones este año. Además, advirtieron que los casos podrían aumentar durante el verano, cuando las aguas cálidas y salobres favorecen la proliferación del microorganismo.
LEA TAMBIÉN: EL ESCÁNDALO DE GESTACIÓN SUBROGADA QUE DESATÓ UNA INVESTIGACIÓN DEL FBI: UNA PAREJA TENÍA 21 HIJOS «ESCONDIDOS»
Lo que se sabe de esta bacteria, es que habita naturalmente en aguas costeras cálidas y puede ingresar al cuerpo humano de dos formas: a través de heridas abiertas expuestas al mar o por el consumo de mariscos crudos, especialmente ostras.
Aunque las infecciones son poco comunes, su agresividad es alarmante: puede causar fascitis necrotizante, una condición en la que el tejido alrededor de una herida muere rápidamente, a veces requiriendo amputaciones.
Los síntomas iniciales incluyen fiebre, vómitos, diarrea, dolor abdominal y enrojecimiento o hinchazón en la zona afectada. Si la bacteria accede al torrente sanguíneo, puede provocar shock séptico y lesiones cutáneas ampollosas.
Las personas con enfermedades hepáticas, inmunodeficiencias, diabetes o cáncer están en mayor riesgo de complicaciones graves. Aproximadamente una de cada cinco infecciones termina en muerte, a veces en cuestión de días.

RECOMENDACIONES PARA EVITAR EL CONTAGIO
Las autoridades sanitarias han emitido recomendaciones claras: evitar el contacto con agua salobre si se tienen heridas abiertas, no consumir mariscos crudos, usar guantes al manipular productos del mar y mantener una higiene estricta en la cocina para evitar la contaminación cruzada.
También se insta a los médicos a mantener una “alta sospecha” ante síntomas compatibles, especialmente en pacientes que hayan estado en contacto con el mar o consumido mariscos.
El brote actual se suma a un preocupante historial: en 2024 se registraron 82 casos y 19 muertes, cifras atribuidas al impacto del huracán Helene, que alteró las condiciones marinas en la región.
Aunque no hay evidencia de transmisión entre personas, el aumento de casos ha encendido las alarmas. Florida, con su clima cálido y alta afluencia turística, se convierte en terreno fértil para esta bacteria letal.