Una joven migrante venezolana llamada María está embarazada de siete meses y no tiene más opción que irse de Estados Unidos, puesto que teme que las autoridades la deporten y la separen de su bebé.
María relató a Univisión que atravesó la peligrosa selva del Darién para llegar a Estados Unidos. Con el paso de los meses, el ‘Sueño Americano’ se convirtió en una pesadilla con el endurecimiento de las normas migratorias.
«Tengo miedo de dar a luz y que cuando me quiera irme, me lo puedan quitar acá», afirmó María, quien teme ser separada de su bebé. Al riesgo de deportación se han sumado la falta de recursos económicos.
María migró a Estados Unidos para construir un futuro para sus dos hijos, permanecieron en Valera, estado Trujillo. «Aquí me siento súper sola, necesito estar con mis hijos», añadió la joven migrante.
MARÍA DICE QUE ES «HORRIBLE»
La Administración de Donald Trump ha deportado a cientos de venezolanos y ha detenido a una cantidad mucho mayor. Ante este escenario, María se siente vulnerable y no sabe a quién acudir.
«Vivir todos los días es horrible. No se lo deseo a nadie», dijo María ante el riesgo de una posible separación familiar. «Estoy desesperada. Siento que me estoy consumiendo. No me quiero enfermar», concluyó la joven.
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La historia de María no es única y es el drama que viven muchas mujeres migrantes en Estados Unidos. Al ingresar irregularmente a territorio norteamericano, se ven expuestas a una deportación o separación de sus hijos.
Este fue el caso de una venezolana que fue deportada de Estados Unidos y su hija quedó retenida por las autoridades. Aunque regresó a Venezuela, la joven exige que repatrien a su pequeña de dos años.