En una rueda de prensa cargada de tensión durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en La Haya (Países Bajos), el presidente de EEUU, Donald Trump, arremetió este miércoles, 25 de junio, contra España por negarse a elevar su gasto en defensa al 5% del PIB, como exige el nuevo acuerdo de la Alianza.
Trump no solo calificó la postura española como “terrible”, sino que advirtió que tomará represalias económicas si Madrid no se alinea con el compromiso colectivo.
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“España es el único país que no quiere pagar. Van a pagar el doble”, sentenció el mandatario republicano.
Trump aseguró que negociará directamente con el gobierno español un nuevo acuerdo comercial, al margen de la Unión Europea, con el objetivo de compensar lo que considera una “falta de compromiso” por parte de España.
Aunque los tratados comerciales entre EEUU y Europa se gestionan de forma colectiva, el presidente insistió en que su administración buscará imponer aranceles específicos a productos españoles.
“Tendrán que devolvernos el dinero a través del comercio”, afirmó. «Voy a negociar directamente con España. Lo haré yo mismo. Van a pagar. Así pagarán más», insistió.
«(España) es un lugar fantástico, y son gente estupenda, pero España es el único país, de todos los países, que se niega a pagar y, saben, quieren que les salga gratis, pero tendrán que devolvernos el dinero a través del comercio, porque no voy a permitir que eso ocurra. Es injusto», subrayó.
La reacción del presidente estadounidense se produce en un contexto en el que los países miembros de la OTAN han acordado aumentar su inversión militar al 5 % del PIB para 2035.
Sin embargo, España manifestó su intención de mantener su propio ritmo de gasto, argumentando que ya cumple con los objetivos operativos de la Alianza.
Esta postura ha sido interpretada por Trump como una señal de deslealtad y aprovechamiento de los recursos de otros aliados.
El presidente de España, Pedro Sánchez, por su parte, defendió la soberanía presupuestaria de España y reiteró que el país seguirá una senda de inversión adaptada a sus capacidades y prioridades.
No obstante, las amenazas de Trump encendieron las alarmas en sectores económicos y diplomáticos, que temen un deterioro en las relaciones bilaterales y posibles consecuencias para las exportaciones españolas.
