Tras haber sobrevivido a los devastadores huracanes Helene y Milton, muchas familias en EEUU se encuentran ahora en una situación desesperante al lidiar con las compañías aseguradoras de vivienda.
Estos eventos climáticos extremos, que dejaron a su paso destrucción y pérdida, fueron solo el comienzo de una serie de dificultades que no parecen tener fin.
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Para aquellos que lograron mantenerse a salvo durante las tormentas, la batalla con las aseguradoras ha resultado ser una segunda pesadilla.
Es el caso de Bridgette Bello. Ella creyó estar preparada para enfrentar los huracanes de Florida, al contar con un seguro contra inundaciones. Se trata de una póliza específica para este tipo de eventos adversos y su cobertura habitual de vivienda.
“Hicimos todo lo que se suponía que teníamos que hacer”, relató Bello, quien vive cerca de la isla-barrera de Madeira Beach, a las afueras de Tampa, según NBC News. “Hicimos todo lo posible para protegernos y cuidar nuestra casa”, sostuvo.
Irónicamente, casi dos semanas después del devastador paso de Helene —e incluso antes de que Milton azotara la región—, Bello aseguró que su verdadera pesadilla apenas ha comenzado.
EL HURACÁN DE LAS ASEGURADORAS
La mujer, de 54 años, se enfrenta ahora a constantes demoras y rechazos en sus solicitudes de indemnización por los daños sufridos.
Denunció que la burocracia de las aseguradoras está complicando aún más la recuperación de los damnificados por los huracanes Helene y Milton en Florida.
Al clasificar ambas tormentas como eventos independientes, las compañías aseguradoras están exigiendo una documentación exhaustiva de los daños causados por cada una. Esto, dejó en una situación desfavorable a quienes no pudieron registrar los daños de Helene.
Paralelamente, las reformas diseñadas para atraer a las aseguradoras a Florida han tenido un efecto colateral no deseado. Limitaron las opciones legales de las víctimas para apelar las decisiones de las compañías sobre sus reclamaciones por daños.
