El caso de los empleados del banco de inversión Robert W. Baird, quienes fueron hospitalizados tras soportar jornadas laborales de hasta 110 horas semanales, ha generado una gran controversia sobre las condiciones de trabajo en el sector financiero.
Según informes, al menos dos trabajadores fueron internados por problemas de salud graves, incluyendo una falla pancreática, atribuida por médicos al agotamiento extremo.
LEA TAMBIÉN: MIGRACIÓN IRREGULAR EN LA FRONTERA SUR DE EEUU BAJÓ A NIVELES HISTÓRICOS EN DÉCADAS TRAS MEDIDAS DE TRUMP
La presión laboral y cultura de sobreexigencia dentro de la firma han sido señaladas como factores clave en este preocupante episodio. Así se reveló por medio de un artículo del Wall Street Journal.
En concreto, las denuncias surgieron en el foro especializado Wall Street Oasis, donde empleados actuales y antiguos compartieron testimonios sobre el ambiente tóxico en la empresa.
Se reveló que los trabajadores eran sometidos a turnos de hasta 20 horas diarias. Lo más grave, sin descanso adecuado. De hecho, cualquier intento de queja era recibido con represalias.
Un exempleado relató que, tras una noche sin dormir, fue reprendido por alejarse brevemente de su escritorio, lo que refleja el nivel de control y exigencia dentro de la compañía.
A pesar de la gravedad del caso, la empresa ha minimizado las acusaciones y ha convocado reuniones internas para abordar la situación. Sin embargo, múltiples exempleados aseguraron que los límites de horas establecidos, oficialmente 80 horas semanales, eran ignorados sistemáticamente.
La cultura dentro del equipo parecía recompensar el exceso de trabajo y castigar cualquier intento de señalar abusos. Este tipo de prácticas ha sido criticado por expertos en salud laboral. Advirtieron sobre los riesgos físicos y psicológicos de jornadas prolongadas.
El impacto de estas condiciones laborales ha llevado a un llamado urgente para revisar las regulaciones en el sector financiero. Organizaciones de derechos laborales han instado a las autoridades a investigar el caso y establecer medidas más estrictas para proteger a los empleados.
NO ES UN CASO AISLADO
Este incidente en Baird se suma a una serie de sucesos similares que han ocurrido en el ámbito financiero en los últimos años.
En 2021, Carter McIntosh, un joven banquero de Jefferies, perdió la vida a causa de una presunta sobredosis de drogas, después de haber soportado semanas de agotamiento extremo.
En 2023, Leo Lukenas, exanalista de Bank of America y veterano del Ejército, falleció a los 35 años debido a un coágulo sanguíneo.
Ambos casos desataron una fuerte indignación pública y pusieron en evidencia la falta de regulación efectiva respecto a las horas de trabajo y el bienestar en la industria financiera.