El operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el vecindario South Loop de Chicago (EEUU) ha generado una ola de indignación y protestas, puesto que dejó al menos 20 migrantes detenidos.
Durante la mañana de este miércoles, 4 de junio, agentes de ICE detuvieron a varios migrantes que acudían a citas migratorias en la Oficina de Procesamiento de la agencia en Chicago.
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La escena, presenciada por familiares y activistas, se tornó caótica cuando los detenidos fueron escoltados a camionetas, dejando a sus seres queridos en incertidumbre y desesperación.
Las detenciones han sido calificadas como una acción sorpresiva y preocupante. Según testigos, entre los arrestados se encuentran madres, defensores comunitarios y personas sin antecedentes penales.
La concejal Rossana Rodríguez, presente en el lugar, describió la situación como “desgarradora”. Denunció el supuesto uso de tácticas agresivas por parte de los agentes.
Además, el concejal Byron Sigcho-López comparó el operativo con métodos de represión extrema, generando aún más controversia.
Las autoridades locales han reaccionado con firmeza ante los hechos. El gobernador de Illinois, JB Pritzker, calificó la intervención de ICE como “ciertamente inapropiada”. Enfatizó que los agentes federales deben respetar los derechos de los residentes.
Por su parte, la oficina del alcalde de Chicago condenó los arrestos y reafirmó el derecho al debido proceso de todos los ciudadanos, independientemente de su estatus migratorio.
La indignación se ha extendido a organizaciones proinmigrantes, que han exigido explicaciones y garantías de protección para los afectados.
ICE, por su parte, ha defendido su accionar, argumentando que los detenidos tenían órdenes finales de expulsión emitidas por un juez de inmigración.
La agencia explicó que estas personas formaban parte del programa Alternativas a la Detención (ATD), diseñado para monitorear a migrantes mientras enfrentan procesos migratorios.
Sin embargo, abogados y activistas han cuestionado la falta de transparencia y el impacto emocional de estas detenciones, especialmente en familias que no esperaban ser separadas de sus seres queridos.
