Se acercó a investigar un barco «abandonado» y lo que descubrió fue macabro

Luis Alfredo Ledezma
3 Min de Lectura
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Lo que parecía una tarde tranquila en el extremo norte del lago Oneida, en Nueva York (EEUU), se convirtió en una escena de tragedia cuando un agente fuera de servicio notó un barco flotando sin ocupantes en las aguas.  
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Lo que parecía una tarde tranquila en el extremo norte del lago Oneida, en Nueva York (EEUU), se convirtió en una escena de tragedia cuando un agente fuera de servicio notó un barco flotando sin ocupantes en las aguas.  

Pero todo dio un giro dramático, de acuerdo con el reporte de la Oficina del Sheriff del Condado de Oswego, cuando el agente fuera de servicio, al acercarse al barco para investigar, descubrió los cuerpos de dos hombres flotando cerca del bote.  

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El hallazgo, ocurrido este miércoles, 16 de julio, cerca de las 1:52 de la tarde, fue reportado de inmediato al 911. Esto provocó la movilización de la Patrulla Marina del Sheriff del Condado de Oswego y voluntarios del Departamento de Bomberos de Constantia. 

Las víctimas fueron identificadas como Dale Hull, de 64 años, y Dean Hull, de 65, hermanos residentes en Syracuse. 

Ambos fueron declarados muertos en el lugar y sus cuerpos trasladados a la Oficina del Forense para una investigación más profunda. 

Aunque no se han encontrado señales de intervención criminal, las autoridades todavía no han determinado si los hermanos se ahogaron o fallecieron por otra causa 

Lo que se sabe, es que la Oficina del Sheriff del Condado de Oswego mantiene abierta la investigación, sin descartar ninguna hipótesis. La ausencia de signos evidentes de violencia ha generado especulaciones sobre un posible accidente, pero los forenses todavía analizan los cuerpos para esclarecer la causa exacta de las muertes. 

El escenario del suceso, el lago Oneida, es el más grande ubicado íntegramente en el estado de Nueva York.  

Con una superficie de más de 20.000 hectáreas y una profundidad promedio de 6,8 metros, el lago es conocido por sus condiciones ventosas. Estas pueden dificultar la navegación, especialmente para embarcaciones pequeñas. Este entorno natural, aunque popular para la pesca deportiva, también puede tornarse peligroso en determinadas circunstancias.

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