El equipo de asesores del presidente electo de EEUU, Donald Trump, estaría desarrollando una estrategia de sanciones de amplio alcance contra Rusia, Irán y Venezuela.
Según fuentes consultadas por Bloomberg y otros medios, estas sanciones buscan facilitar un acuerdo diplomático entre Rusia y Ucrania, al tiempo que ejercen presión sobre Irán y Venezuela.
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Lo que se señaló, es que la administración de Trump planea implementar estas medidas en febrero, como parte de una estrategia de máxima presión.
De hecho, durante su audiencia de confirmación como secretario de Estado, Marco Rubio destacó la importancia de las sanciones como una herramienta clave para promover resoluciones pacíficas.
En el caso de Rusia y Ucrania, las sanciones están diseñadas para crear incentivos que conduzcan a un acuerdo diplomático en los próximos meses.
Sobre la situación en Venezuela se indicó que la misma presenta desafíos adicionales, ya que Nicolás Maduro acaba de iniciar un nuevo mandato en medio de acusaciones de fraude electoral tanto de la oposición como gran parte de la comunidad internacional.
Las sanciones contra Irán y su industria petrolera también forman parte de esta estrategia.
El equipo de Trump planea implementar un paquete significativo de sanciones dirigidas a este último país, que podría activarse igualmente en febrero.
Estas medidas buscan reducir significativamente las exportaciones de petróleo de Irán, similar a lo que ocurrió durante la primera administración de Trump.
MÁXIMA PRESIÓN EN VENEZUELA
En cuanto a Venezuela, la estrategia de sanciones de Trump busca recuperar la postura agresiva que caracterizó su primera administración.
Aunque las estrategias de máxima presión de Trump limitaron las exportaciones petroleras del país durante su primer mandato, no lograron provocar un cambio significativo en el poder político.
Empresas estadounidenses, como Chevron Corp., aún mantienen operaciones en Venezuela, lo que añade complejidad al enfoque de sanciones.
Uno de los encargados de esta política de máxima presión será Mauricio Claver-Carone, un asesor influyente durante el primer mandato de Trump, quien regresará a un papel prominente en América Latina, según las mismas fuentes.