Dolly M. Gee, una jueza federal, rescindió parcialmente este martes, 2 de julio, el Acuerdo Flores, se trata de uno histórico que durante casi tres décadas había establecido estándares para la detención y el tratamiento de niños migrantes bajo custodia del gobierno de los Estados Unidos.
Según medios locales, la orden pone fin de forma efectiva a partes del Acuerdo Flores de 1997 relativas al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
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Sin embargo, el acuerdo sigue plenamente vigente para el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP). También del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
¿QUÉ SIGNIFICA Y EL ALCANCE DE LA DECISIÓN?
En concreto, decisión de la jueza elimina algunas de las protecciones clave para los niños migrantes. Incluyendo, el requisito de que se les libere rápidamente a familiares o patrocinadores adecuados.
En este sentido, los defensores de los derechos de los migrantes han expresado su profunda preocupación por las repercusiones de esta decisión, alegando que podría exponer a los niños a condiciones peligrosas y a la separación familiar.
«Estamos profundamente decepcionados por la sentencia del Tribunal y nos preocupa que ponga en peligro a miles de niños», declaró Leecia Welch, abogada de los demandantes y subdirectora jurídica de Children’s Rights.
Pero el gobierno de los Estados Unidos defendió la decisión de la jueza, argumentando que les da más flexibilidad para gestionar la migración infantil.
IMPLICACIONES RESCISIÓN DEL ACUERDO FLORES
- La rescisión parcial del Acuerdo Flores es un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos con respecto a los niños.
- Es probable que la decisión tenga un impacto considerable en la vida de miles de niños migrantes cada año.
- Se espera que haya batallas legales continuas en torno al futuro del Acuerdo Flores y los derechos de los niños migrantes.
