El presidente electo de EEUU, Donald Trump, nominó este jueves, 21 de noviembre, a la exfiscal general de Florida Pam Bondi como fiscal general de Estados Unidos.
El anuncio se hizo apenas horas después de que el exrepresentante Matt Gaetz, republicano por Florida, se retirara de la consideración para el cargo que dirige al Departamento de Justicia, en medio de una oleada de acusaciones de conducta sexual inapropiada.
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Lo que se sabe, es que Bondi, de 59 años, estuvo durante mucho tiempo en la órbita del magnate.
De hecho, su nombre había sido mencionado durante el primer mandato del líder republicano como posible candidata para el puesto de aplicación de la ley más importante del país.
Si el Senado, controlado por los republicanos, confirma su nombramiento, Bondi se convertirá de inmediato en uno de los miembros más observados del gabinete de Trump.
Esto se debe a la amenaza del presidente de tomar represalias contra sus adversarios. Sobre todo, a la preocupación de los demócratas de que el controvertido líder intente someter al Departamento de Justicia a su voluntad.
Bondi ha sido una defensora abierta de Trump y es una figura muy conocida en su círculo. Ella fue presidenta del America First Policy Institute, un grupo de expertos creado por exmiembros del personal de la administración Trump.
Además, Bondi ha trabajado como fiscal durante más de 18 años, según su página de perfil, en la firma deBallard Partners, donde ahora trabaja. También se desempeñó como fiscal general de Florida de 2011 a 2019.
Bondi integró el equipo legal de Donald Trump durante su primer juicio político. En ese proceso judicial se le acusó de abuso de poder por intentar condicionar la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania. Todo, cambio de que se investigara al entonces exvicepresidente Joe Biden.
También estuvo entre un grupo de republicanos, quienes se presentaron para apoyar a Trump, en su juicio penal de Nueva York. Este proceso fue por un pago secreto de dinero a la actriz porno Stormy Daniels.
Y, por si fuera poco, igualmente cuestionó los resultados de las elecciones de 2020. Afirmó que Trump ganó en Pensilvania, a pesar de que el actual presidente de EEUU, Joe Biden, obtuvo una ventaja de aproximadamente 81.000 votos en ese estado. Además, supervisó demandas relacionadas con la votación tras las elecciones, según informó The New York Times.
