Luego de que autoridades migratorias de Estados Unidos detuvieran al expreso político del gobierno de Maduro, Gregory Sanabria, su hermano Anthony expresó su preocupación con respecto al peligro que correría si lo envían nuevamente a Venezuela.
«Un día me dice papi, que Dios me guarde, ojalá y me den mi asilo aquí, pero a mí no me gustaría volver a caer en una cárcel porque yo prefiero mejor morirme», contó Anthony en una entrevista para NTN24.
A Gregory Sanabria lo detuvieron el pasado 12 de junio durante una audiencia migratoria de rutina. «Él no ha hecho ningún delito. Él, estando en Estados Unidos, lo que hace es trabajar para medio sobrevivir, para al menos mandarle algo a la familia en Venezuela», agregó el hermano.
Gregory, de 31 años, pasó varios años en el Helicoide, con todo lo que eso conlleva. Su detención en Venezuela ocurrió en 2014 por participar en las protestas contra Nicolás Maduro. En ese momento lo acusaron de conspiración para la rebelión y durante su tiempo de detención, según organizaciones internacionales, sufrió torturas y tratos crueles.
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No obstante, logró salir gracias a que lo diagnosticaron con problemas graves de salud, y poco después aprovechó para huir de Venezuela. Actualmente se encuentra en el centro de procesamiento Montgomery, en Texas.
De acuerdo con su hermano, Sanabria entró por la frontera sur de Estados Unidos y era beneficiario del Estatus de Protección Temporal (TPS). «Él ya estaba listo, ya iba saliendo, y de repente lo llamó un funcionario y le dijo: me acompaña. Y apenas se fue él a acompañarlo, vio que tenían un viaje detenido, preso ya con esposa y todo, de una vez lo metieron a él para allá», contó.
Tras su pasado como preso político, Gregory no posee registros de antecedentes penales en Estados Unidos. Desde su arribo al país se dedicó a trabajar como Uber, además de liderar un proyecto de construcción en Dallas.
El congresista republicano Mario Díaz-Balart envió en días recientes una carta al Departamento de Seguridad Nacional para solicitar a la secretaria Kristi Noem que reconsidere la decisión de detención, argumentando que «si Sanabria es devuelto a Venezuela hay riesgo creíble de que sufra tortura e incluso la muerte».
Asimismo, Amnistía Internacional indicó que las políticas migratorias de Estados Unidos no pueden ignorar el riesgo real de que a Gregory y miles de personas los deporten a Venezuela.
