Un niño de nueve años en Phoenix, Arizona (EEUU), disparó accidentalmente un rifle AR-15 perteneciente a su padre, hiriendo fatalmente a su hermana (una niña de cinco años).
De acuerdo con lo detallado por Fox10 Phoenix, el padre, Irvin Ramos Jiménez, un exconvicto (con prohibición legal de portar armas), fue arrestado nuevamente por posesión ilegal de un arma de fuego.
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Según las autoridades, el rifle estaba guardado en el estante superior del dormitorio del niño. Esto, permitió que el menor lo alcanzara y disparara accidentalmente.
Tras el disparo, Ramos Jiménez –de 33 años– llevó a su hija a un centro médico, pero regresó a casa sin esperar la ambulancia, dejando nuevamente a sus hijos solos con el arma.
La niña fue declarada muerta poco después, sumando su caso a una preocupante estadística de muertes infantiles por armas de fuego en EEUU.
El impacto de este incidente ha sido profundo. No solo para la familia, sino también para la comunidad de Phoenix, que ahora enfrenta el dolor de una pérdida irreparable.
La madre de la niña, devastada por la tragedia, ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para cubrir los gastos del funeral.
Mientras tanto, expertos en seguridad con armas de fuego han reiterado la importancia de un almacenamiento seguro para prevenir tragedias similares.
Las cifras sobre tiroteos involuntarios cometidos por menores son alarmantes. Según Everytown for Gun Safety, en 2023 se registraron más de 400 incidentes de este tipo, el peor año hasta la fecha.
En lo que va de 2025, ya han ocurrido al menos 66, con 30 muertes. Estas estadísticas refuerzan la necesidad de medidas más estrictas para el control y almacenamiento de armas de fuego en los hogares.
“Pedimos a todos los propietarios de armas que las mantengan fuera del alcance de los niños, idealmente en cajas fuertes”, declaró el sargento Robert Scherer, de la policía de Phoenix.
