Una niña, de tan solo 12 años, logró sobrevivir a un brutal ataque a puñaladas perpetrado por su propia madre en Florida (EEUU).
De acuerdo con lo reseñado por People, la menor de 12 años, identificada por sus familiares como una niña valiente, utilizó una estrategia desesperada para salvar su vida: fingió estar muerta tras recibir múltiples heridas en el rostro, cuello y las manos.
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Su capacidad de resistencia y astucia le permitieron mantenerse con vida hasta que fue encontrada por transeúntes en una zona silvestre, destacaron las autoridades.
Las autoridades locales informaron que la madre de la víctima, Gwendolyn Girard, fue arrestada horas después del ataque y enfrenta cargos por «agresión agravada y abuso infantil agravado».
Según el reporte oficial, la mujer confesó haber atacado a su hija con un cuchillo y luego haberla abandonado en el bosque antes de huir en su vehículo.
La menor, pese a sus heridas, logró proporcionar información clave a los agentes, lo que facilitó la captura de su agresora.
El sheriff del condado de Charlotte, Bill Prummell, expresó su incredulidad ante la brutalidad del ataque, calificándolo como uno de los más perturbadores en sus 33 años de carrera.
Se detalló, que la niña fue trasladada de inmediato a un centro médico, donde fue estabilizada y se encuentra en condición estable.
El portavoz del sheriff, Chris Hall, detalló a WINK News que todas las heridas presentadas eran consistentes con el uso de un cuchillo.
“Hubo heridas punzocortantes, heridas por cortes y heridas defensivas en las manos de la víctima, donde intentó bloquear parte del ataque”, señaló Hall.
La agresora está detenida con una fianza impuesta de 750.000 dólares y será trasladada a la cárcel del condado de Charlotte.
Eunice Kent, abuela paterna de la menor, fue de las primeras en llegar al hospital para estar con su nieta. En una entrevista concedida también a WINK News, destacó la sorprendente valentía que la niña mostró pese a su corta edad.
“Peleó todo lo que pudo. Luego se hizo la muerta. Por eso está viva”, contó Kent, con evidente conmoción.
