Condenaron a una mujer residente en Dakota del Norte (EEUU) a 25 años de prisión por el envenenamiento de su novio.
Las investigaciones indicaron, que el motivo del crimen, fue la creencia de la acusada de que la víctima estaba a punto de recibir una cuantiosa herencia y que, tras ello, terminaría la relación.
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Ina Thea Kenoyer fue arrestada y acusado en octubre de 2023 bajo cargos de asesinato por la muerte de Steven Riley Jr., de 51 años. Este falleció en septiembre tras «una repentina enfermedad» que abrió el caso.
Todo tomó claridad cuando la autopsia reveló que la causa de muerte fue envenenamiento por anticongelante. Específicamente etilenglicol, el cual fue encontrado en el té helado de la víctima, según un informe policial.
Durante la sentencia, la familia de Riley, incluida su hermana Stephanie González, se dirigió a Kenoyer en la sala del tribunal, informó KXMB, afiliada de CBS.
«Como muchas otras familias de víctimas sienten a menudo, el castigo debe ajustarse al delito», le dijo González a Kenoyer. «Pero, por suerte para ti, el Departamento de Correcciones no sirve anticongelante en tu té helado», agregó.
Tras declararse culpable en mayo, Kenoyer recibió una sentencia de 50 años de prisión, aunque solo cumplirá la mitad. Además, deberá pasar 10 años bajo supervisión y compensar económicamente a los familiares de Riley.
En concreto, la acusada se enfrentaba a una condena de cadena perpetua sin libertad condicional por el cargo.
ASÍ DIERON CON LA ASESINA
En su declaración jurada, un oficial de policía reveló que amigos y familiares de Riley expresaron sus sospechas sobre Kenoyer.
Alegaron que ella había envenenado a Riley con anticongelante. Según los testimonios, la salud de este se deterioró drásticamente mientras se encontraba en el aeropuerto, donde tenía previsto reunirse con un abogado para asuntos relacionados con la herencia.
Por su parte, Kenoyer aseguró que Riley había consumido alcohol en exceso durante todo el día anterior a su fallecimiento.
Además, indicó que Riley había padecido un golpe de calor en los días previos. La mujer, consciente de la existencia de una supuesta herencia estimada en más de 30 millones de dólares, consideraba tener derecho a una porción de la misma.
Pero la realidad era otra: una estafa. Un pariente lejano había engañado a ambos, Riley y Kenoyer, haciéndoles creer que habían heredado una fortuna, según informó KXMB.
