El presidente de EEUU, Donald Trump, ha generado una nueva polémica después que emitiera una orden ejecutiva que instruye a las cárceles federales a alojar a mujeres trans en instalaciones de hombres.
Dicha medida del mandatario busca limitar el reconocimiento gubernamental del género únicamente al sexo de nacimiento, es decir, a hombre y mujer.
En ese sentido, la medida de Trump también aplica a las personas que estén recluidas en instalaciones de inmigración. Además, es una de las disposiciones más concretas de la orden, titulada «Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal».
En su primer mandato, Trump ya había aplicado restricciones similares. Sin embargo, la nueva política tiene un alcance mucho mayor.
RECHAZO DE PARTE DE ORGANIZACIONES
Tras la medida contra las mujeres trans, organizaciones defensoras de derechos de personas transgéneros condenaron la ordenanza. En sus palabras, representa riesgos para la seguridad y salud de estas personas privadas de libertad.
La directora legal del National Center for Lesbian Rights, Shannon Minter, advirtió que la política dará paso a un aumento de casos de abuso sexual y agresiones físicas. «Esto también es perjudicial para los funcionarios penitenciarios, que ahora pierden la capacidad de tomar decisiones basadas en la seguridad y las necesidades específicas de cada caso», sustentó.
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La orden ejecutiva del presidente republicano sostiene que «los esfuerzos por erradicar la realidad biológica del sexo atacan fundamentalmente a las mujeres al privarlas de su dignidad, seguridad y bienestar».
De acuerdo con Infobae, expertos legales señalan que la orden podría enfrentar impugnaciones judiciales. Esto se debe a que los tribunales federales establecieron que los sistemas penitenciaros están obligados a proteger a presos vulnerables y brindar una atención médica necesaria.
En la actualidad, 1.500 mujeres trans se encuentran en cárceles federales de Estados Unidos.
