La Corte Suprema de EEUU autorizó al gobierno del presidente de ese país, Donald Trump, a implementar una política que excluye a las personas transgénero del servicio militar.
De acuerdo con un reporte de The Washington Post, la decisión, tomada por una mayoría conservadora de seis votos contra tres, revierte fallos previos de tribunales inferiores que habían bloqueado la medida.
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La administración argumentó que la identidad de género transgénero es incompatible con los estándares militares de disciplina y preparación, justificando así la exclusión de estos efectivos.
La política, impulsada por Trump desde el inicio de su segundo mandato, establece que los miembros del servicio militar deben adherirse a un «estilo de vida honorable, veraz y disciplinado» y que la identidad de género transgénero podría afectar la cohesión y efectividad de las fuerzas armadas.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha dado un plazo de 30 días para identificar a los efectivos transgénero y proceder con su separación del servicio.

UNA DECISIÓN POLÉMICA
Como era de esperarse, la medida ha generado una fuerte oposición por parte de organizaciones de derechos civiles y defensores de la comunidad LGBTQ+, quienes han calificado la decisión como discriminatoria y perjudicial para la seguridad nacional.
Diversos jueces federales habían fallado previamente en contra de la prohibición, argumentando que no existían pruebas de que la presencia de personas transgénero afectara negativamente la preparación militar.
Un caso destacado es el de la comandante Emily Shilling, aviadora naval con 19 años de servicio, quien ha sido citada como ejemplo de que la identidad de género no interfiere con el desempeño militar.
Sin embargo, la administración Trump insistió en que la exclusión es necesaria para garantizar la efectividad de las fuerzas armadas.
La decisión ha generado un intenso debate en el país, con protestas en varias ciudades y llamados a revertir la medida mediante acciones legislativas.
Grupos de defensa de los derechos LGBTQ+ han anunciado que continuarán luchando en los tribunales para impedir la implementación de la política. Mientras tanto, el Pentágono ha comenzado a evaluar los procedimientos para la separación de los efectivos transgénero, lo que podría afectar a miles de militares en servicio activo.
A juicio de estos grupos, este fallo marca un retroceso en los derechos de las personas transgénero en Estados Unidos y plantea interrogantes sobre el futuro de la inclusión en las fuerzas armadas.
Aunque la administración Trump ha logrado avanzar en su agenda de restricciones, la batalla legal y política en torno a esta medida parece estar lejos de terminar.