En Florida (EEUU), el despido de Melissa Calhoun, profesora de Satellite High School, ha generado un intenso debate sobre los derechos de los estudiantes y la libertad de los educadores.
La docente fue acusada de violar la ley estatal conocida como “Parental Rights in Education”, que prohíbe a los maestros utilizar nombres o pronombres alternativos sin el consentimiento explícito de los padres.
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Según el distrito escolar de Brevard en Florida (BPS), Calhoun llamó a un estudiante por su nombre preferido.
Afirmaron que lo hizo sin contar con la autorización de sus tutores legales, lo que llevó a la decisión de no renovar su contrato.
La ley, vigente desde 2023, establece que los padres tienen el derecho exclusivo de decidir cómo se debe referir a sus hijos en el entorno escolar. Además, este marco lo ampliaron para incluir restricciones relacionadas con la identidad de género y sexualidad de los estudiantes.
Según el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el objetivo de la ley es garantizar que los padres sean informados si sus hijos deciden cambiar de nombre o pronombres. Especialmente, en relación con cuestiones de identidad de género.
Aunque el distrito escolar argumentó que la medida busca proteger los derechos de los padres, críticos señalan que podría limitar la capacidad de los educadores para crear un ambiente inclusivo y respetuoso.
Por ende, el caso de Calhoun ha generado reacciones mixtas en la comunidad educativa. Mientras algunos padres apoyan la decisión del distrito escolar, otros consideran que la ley es excesiva y perjudica el bienestar emocional de los estudiantes.
RECOLECCIÓN DE FIRMAS
Además, estudiantes de Satellite High School comenzaron una campaña de recolección de firmas. La misma tiene el objetivo de apoyar a la profesora, destacando su dedicación y compromiso con la enseñanza.
Lo que se detalló, es que tanto estudiantes y profesores se han movilizado en su defensa, organizando una petición en Change.org. De momento, han reunido más de 5.000 firmas en apoyo a la profesora.
