La desgarradora batalla final de una joven tiktoker con cáncer cerebral, así documentó sus últimos días

Luis Alfredo Ledezma
3 Min de Lectura
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Cortesía

La comunidad digital se viste de luto tras el fallecimiento de Anna Grace Phelan, una joven de 19 años y residente de Georgia (EEUU), que documentó su lucha contra el cáncer cerebral en TikTok. 

Su historia, marcada por la valentía y fe, conmovió a miles de seguidores, quienes la acompañaron su proceso desde el diagnóstico hasta sus últimos días.  

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De acuerdo con medios locales, Phelan utilizó su plataforma para compartir su experiencia con un glioblastoma multiforme, un tumor cerebral maligno inoperable que le fue detectado en septiembre de 2024. 

Desde el inicio de su enfermedad, Phelan mostró una actitud resiliente, relatando los síntomas que la llevaron a buscar ayuda médica: entumecimiento facial, pérdida de equilibrio y problemas de visión.  

A pesar de la gravedad de su condición, nunca dejó de transmitir mensajes de esperanza y gratitud. En sus publicaciones, agradecía las oraciones y el apoyo de sus seguidores, quienes se convirtieron en una comunidad de respaldo emocional para ella y su familia. 

El impacto de su historia trascendió las redes sociales. Su testimonio no solo sensibilizó a miles de personas sobre la realidad del cáncer cerebral, sino que también puso en evidencia la importancia del apoyo comunitario en momentos difíciles.  

Phelan trabajaba como recepcionista en una clínica dermatológica y era miembro activo de su iglesia, donde se celebrará su funeral el próximo 30 de mayo. 

Su familia, en un emotivo comunicado, expresó su dolor y gratitud por el cariño recibido. “Con gran tristeza anunciamos que nuestra hermosa hija, Anna Grace Phelan, regresó a casa para estar con su Señor y Salvador Jesucristo”, escribieron en TikTok.  

También destacaron la fortaleza con la que enfrentó su enfermedad y la fe que la acompañó hasta el final. Incluso en sus últimos días de vida.

En uno de sus últimos mensajes, fechado el 14 de mayo, indicó que su tumor había crecido y que ya no existía opción quirúrgica viable. “Se necesitaría un milagro para arreglarme aquí en la tierra, pero no me rendiré todavía”, afirmó en ese video. 

El legado de Anna Grace Phelan perdurará en la memoria de quienes la siguieron y apoyaron. Su historia es un recordatorio de la importancia de la empatía y solidaridad en tiempos de adversidad.

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