La confesión de un expastor que desató un gran escándalo en EEUU: Colocó una cámara oculta en el baño de la iglesia

Luis Alfredo Ledezma
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William Johnson, expastor de la iglesia 242 Community Church en Brighton, Michigan (EEUU), ha conmocionado a su comunidad tras declararse culpable de colocar una cámara oculta en un baño de uso interno.  
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William Johnson, expastor de la iglesia 2|42  Community Church en Brighton, Michigan (EEUU), ha conmocionado a su comunidad tras declararse culpable de colocar una cámara oculta en un baño de uso interno.  

De acuerdo con una nota de Fox2 Detroit, este baño, utilizado exclusivamente por el personal y voluntarios de la iglesia, se convirtió en el centro de una investigación penal que reveló actividades de vigilancia ilícita llevadas a cabo durante dos años. 

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El caso salió a la luz en septiembre de 2024, cuando el personal de la iglesia descubrió un dispositivo de grabación en el baño.  

Johnson, de 38 años, admitió haber instalado la cámara con la intención de grabar a personas sin su consentimiento.

Tras su confesión, lo despidieron de su cargo y terminó arrestado en su domicilio en Howell. Durante su interrogatorio, Johnson reconoció haber colocado cámaras de manera intermitente y haber seleccionado intencionadamente a sus objetivos. 

En una audiencia judicial celebrada este 14 de abril, Johnson se declaró culpable de 15 cargos. Estos incluyen actividad sexual abusiva infantil, posesión de material de abuso sexual infantil, vigilancia de personas sin ropa y manipulación de pruebas. 

Este conjunto de cargos refleja la gravedad de los delitos cometidos y el uso indebido de tecnología para llevar a cabo estas acciones. 

La comunidad de la iglesia expresó su consternación y repudio a través de un comunicado oficial, destacando su compromiso con la seguridad y el bienestar de sus miembros.  

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¿QUIÉNES FUERON SUS VÍCTIMAS?  

Las autoridades aún no han detallado cuántas personas fueron identificadas a partir de las grabaciones recuperadas.

No obstante, la Oficina del Sheriff del Condado de Livingston indicó que el baño donde fue colocada la cámara era frecuentado principalmente por miembros del personal de la iglesia, y no por los feligreses que asistían habitualmente a los servicios. 

Pese a la gravedad del caso, hasta el momento no se han presentado demandas civiles en contra de la iglesia. 

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