El caso de Navasia Jones, una madre de El Bronx de 35 años y quien admitió haber golpeado a su hija de siete años hasta la muerte, ha generado indignación y debate sobre el sistema judicial y de protección infantil en Nueva York (EEUU).
De acuerdo con la información difundida por New York Post, Jones, quien se declaró culpable de homicidio involuntario, se negó a comparecer este martes ante la corte para recibir su sentencia, alegando sentirse abrumada por la presencia de la prensa.
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Su ausencia ha prolongado el dolor de los familiares de la víctima, quienes han esperado años por justicia.
La niña, Julissia Batties, falleció el 10 de agosto de 2021 en el apartamento de su madre. Antes de su muerte, había sido objeto de múltiples investigaciones por parte de la Administración de Servicios Infantiles (ACS, por sus siglas en inglés). Se trata de la agencia encargada de proteger a menores en riesgo.
A pesar de los antecedentes de abuso, la custodia le fue devuelta a Jones, lo que ha generado críticas sobre la efectividad del sistema de protección infantil.
En una grabación previa a su fallecimiento, Julissia suplicaba quedarse con su abuela, lo que evidenció el sufrimiento que vivía.
El juez Joseph McCormack, encargado del caso, ha determinado que Jones deberá comparecer en persona para su sentencia el próximo 16 de junio.
La decisión busca garantizar que enfrente las consecuencias de sus actos y escuche las declaraciones de los familiares de la víctima.
Para más indignación, el medio hermano de Julissia, Paul Fine Jr., también fue acusado de su muerte. Además, le dijo a la policía que golpeó a su hermana ocho veces en la cara. Sin embargo, en marzo, lo liberaron.
Tanto el padre como la abuela de Julissia han expresado su frustración ante la actitud de Jones, señalando que su negativa a presentarse es una estrategia para manipular el sistema judicial.
“Está eludiendo lo que tengo que decir”, expresó Julius Batties, padre de la niña. «Tiene miedo de enfrentarse al padre de su hija después de lo que hizo. Necesita que la saquen a la luz y que escuche lo que tenemos que decir», sostuvo.
“Este es su propio pequeño juego mental de trabajo en el sistema”, agregó.
“Está jugando con el sistema”, señaló, por su parte, la abuela Yolanda Davis. “Dijo que está abrumada. ¿Y mi nieta? Está abrumada. ¿Cómo puedes decir eso cuando golpeaste a mi nieta y la mataste?, cuestionó.
“Quiero que escuche lo que tengo que decir y el impacto negativo que esto ha tenido en mi familia, en los miembros de la comunidad y en los vecinos”, continuó Davis. “No mostró ningún remordimiento, ninguno”, aseveró.
