El reciente hallazgo de la bacteria Ehrlichia chaffeensis en una garrapata invasora en EEUU encendió las alarmas entre expertos en salud pública del país.
De acuerdo con lo reseñado por NBC, investigadores del Connecticut Agricultural Experiment Station (CAES) confirmaron la presencia de este microorganismo en la Haemaphysalis longicornis, una especie de garrapata que se ha expandido rápidamente en el noreste del país.
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Este descubrimiento marca un precedente preocupante, ya que hasta ahora la bacteria solo se había asociado con la garrapata lone star, común en el sureste de EEUU
La Haemaphysalis longicornis, también conocida como garrapata asiática, posee una capacidad reproductiva excepcional. Esto, gracias a la partenogénesis, lo que le permite multiplicarse sin necesidad de apareamiento.
Su rápida expansión y alimentación poco selectiva la convierten en una amenaza para la fauna silvestre, el ganado y los seres humanos.
En Connecticut, los investigadores han recolectado más de 8.700 especímenes en diversas localidades, lo que evidencia su creciente presencia en la región.
La bacteria Ehrlichia chaffeensis es responsable de la erliquiosis monocítica humana (HME), una enfermedad que puede provocar fiebre alta, dolores musculares, fatiga extrema e incluso insuficiencia renal en casos hasta mortales.
Aunque el tratamiento con antibióticos es efectivo si se detecta a tiempo, la ausencia de una vacuna hace que la prevención sea fundamental.
Las autoridades sanitarias recomiendan el uso de ropa protectora, repelentes y revisiones corporales tras actividades al aire libre para minimizar el riesgo de picaduras.
El impacto de este hallazgo va más allá de la salud pública. La rápida expansión de la garrapata longicornis podría alterar ecosistemas locales y afectar la producción ganadera, generando pérdidas económicas significativas.
Expertos advierten que su presencia en hábitats variados, desde bosques hasta zonas costeras, aumenta el riesgo de exposición para humanos y animales. Por ello, los programas de vigilancia y control se han intensificado en varias regiones del país.
Ante esta situación, las autoridades han instado a la población a mantenerse alerta y a reportar cualquier avistamiento de garrapatas sospechosas.
La detección temprana e investigación continua serán clave para contener la propagación de esta especie invasora y reducir los riesgos asociados a la bacteria Ehrlichia chaffeensis.