Una funcionaria del Departamento de Justicia de EEUU denunció su despido, alegando que fue consecuencia de su negativa a otorgar un permiso de armas al actor Mel Gibson.
Según declaraciones recogidas por The New York Times, la funcionaria, Elizabeth G. Oyer, se opuso a devolver el permiso de porte de armas que Gibson había perdido en 2011 tras una condena por violencia doméstica.
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La solicitud para restituir el permiso fue presentada por la oficina del fiscal general Todd Blanche, quien fue designado por el presidente de EEUU, Donald Trump.
Oyer afirmó que recibió presiones de altos funcionarios del Departamento de Justicia para aprobar el permiso, argumentando que Gibson mantenía una «relación personal» con Trump.
Según su relato, un funcionario del departamento la contactó para recordarle que esa conexión debería ser suficiente para justificar la aprobación.
Sin embargo, Oyer se mantuvo firme en su decisión, citando las normativas que prohíben otorgar permisos de armas a personas con antecedentes de violencia doméstica.
En consecuencia, el despido de Oyer ha generado controversia y ha sido interpretado por algunos como un intento de silenciar la disidencia dentro del Departamento de Justicia.
La exfuncionaria declaró que su caso refleja un patrón preocupante en el que las decisiones se toman basándose en relaciones personales y lealtades políticas, en lugar de hechos y análisis objetivos.
Aunque el Departamento de Justicia ha negado que su despido esté relacionado con el caso de Gibson, no ha ofrecido una explicación clara sobre las razones detrás de su destitución.
Por su parte, Mel Gibson, conocido por sus posturas conservadoras y su cercanía con Trump, no ha emitido comentarios sobre la controversia.
Según dos fuentes corroboraron la información, pero se mantienen bajo anonimato por temor a represalias, así se aseveró desde el mencionado medio de comunicación.
