Algunos supuestos militantes del Make America Great Again (MAGA) comenzaron una campaña viral quemando sus icónicas gorras rojas en señal de protesta contra el presidente de EEUU, Donald Trump. ¿La razón? La frustración por la «falta de transparencia en torno a los archivos de Jeffrey Epstein», el financiero condenado por tráfico sexual de menores.
Lo que comenzó como una exigencia de justicia se ha transformado en una rebelión simbólica que pone en «jaque» la lealtad inquebrantable que caracterizaba a los seguidores de MAGA.
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El detonante fue una serie de declaraciones de Trump en su red Truth Social, donde calificó de “débiles” a quienes exigían la publicación de la lista de clientes de Epstein.
“¡Ya no quiero su apoyo!”, escribió, desatando una ola de indignación entre sus bases.
Figuras prominentes del espectro republicano, como Mike Pence y Laura Loomer, se sumaron al clamor por transparencia, mientras usuarios de X, Instagram y TikTok compartían videos quemando sus gorras como acto de ruptura con el líder que alguna vez consideraron infalible.
La protesta no es solo simbólica. Según una encuesta de Reuters/Ipsos, el 69 % de los estadounidenses cree que el gobierno federal ha ocultado información sobre los clientes de Epstein.
Este sentimiento ha permeado incluso entre los más fieles a Trump, quienes ahora lo acusan de proteger a las élites implicadas. El caso Epstein, lejos de ser una nota al pie, se convirtió en una prueba de fuego para la credibilidad del presidente y su administración.
Trump, por su parte, ha intentado desviar la atención hacia otros temas, como el supuesto fraude electoral de 2020, pero sus esfuerzos parecen insuficientes. La comunidad conspiranoica que él mismo alimentó durante años exige respuestas
Analistas advierten que esta fractura podría costarle hasta un 10% del apoyo del movimiento MAGA. Esto, tendría consecuencias devastadoras para los republicanos en las próximas elecciones.
En respuesta, Trump, solicitó este martes, 15 de julio, que el Departamento de Justicia publique toda la información “creíble” relacionada con el caso de Jeffrey Epstein.
“La fiscal general lo ha gestionado muy bien”, indicó el mandatario al ser consultado por la prensa. Enfatizó que la decisión sobre la publicación de documentos recaería en Pam Bondi (fiscal general de EEUU). “Lo que ella considere creíble, debería publicarlo”, señaló.
