A pocas semanas de las elecciones presidenciales en EEUU, los últimos sondeos revelaron una contienda sumamente reñida entre la actual vicepresidenta del país, Kamala Harris, y el expresidente Donald Trump.
Harris, quien asumió la candidatura demócrata tras la retirada del presidente de EEUU, Joe Biden, mantiene una ligera ventaja a nivel nacional.
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Sin embargo, esta ventaja es mínima y la competencia se encuentra en un punto crítico, especialmente en los estados clave.
Por otro lado, los republicanos parecen estar en una posición favorable para recuperar el control del Senado.
Las encuestas indican que los candidatos republicanos están ganando terreno en varios estados, lo que podría cambiar la dinámica del Congreso.
Este posible cambio en el Senado añade una capa adicional de incertidumbre a las elecciones, ya que podría influir significativamente en la capacidad de la próxima administración para implementar su agenda.
En concreto, Harris le lleva una ventaja a Trump por cuatro puntos en una encuesta de USA Today/Suffolk y por dos en una realizada por Wall Street Journal.
Encuestas recientes de estados clave que Biden ganó por un estrecho margen en 2020, incluidos Michigan, Wisconsin y Pensilvania, muestran una carrera reñida con una ligera ventaja de Harris.
Además de ser competitiva en esos estados del “muro azul”, Harris ha vuelto a poner en juego a los estados del Cinturón del Sol de Georgia, Arizona, Nevada y Carolina del Norte, que se estaban alejando de Biden, de acuerdo a lo citado por NBC News.
HARRIS LOGRÓ REVITALIZAR A LOS DEMÓCRATAS
Sin dudas, la campaña de los demócratas ha logrado revitalizarse en las últimas semanas, especialmente después de concretarse el respaldo de Biden a Harris.
Harris ha centrado su mensaje en temas clave como la sanidad, economía y justicia social, buscando atraer a votantes jóvenes y de minorías. A pesar de los ataques personales y racistas de Trump, la vicepresidente ha mantenido una postura firme y ha ganado apoyo en sectores que anteriormente eran reticentes.
Trump, por su parte, ha intensificado su retórica y ha tratado de definir a Harris como una candidata de extrema izquierda. A pesar de sus esfuerzos, algunos estrategas republicanos han expresado preocupación por la falta de enfoque del magnate en temas específicos.
Vale mencionar, que la campaña de Trump ha enfrentado varios desafíos, incluyendo un intento de asesinato, lo que ha añadido tensión a una ya volátil carrera electoral.
Con menos de dos meses para las elecciones, ambos candidatos se preparan para un debate crucial el próximo martes, 10 de septiembre, que podría definir el rumbo de la contienda.
La estrecha ventaja de Harris a nivel nacional y la posible recuperación del Senado por parte de los republicanos hacen que estas elecciones sean una de las más impredecibles en la historia reciente de Estados Unidos.
Y, sin dudas, los votantes están atentos y cualquier cambio en la dinámica podría tener un impacto significativo en el resultado final.
