Lo que comenzó como una angustiosa denuncia de secuestro terminó en un asesinato que sacudió a EEUU y Canadá. Todo comenzó desde que Luciano Frattolin, empresario canadiense de 45 años, reportó el sábado que su hija Melina, de nueve años, había sido aparentemente secuestrada en un estacionamiento turístico de Lake George.
De acuerdo con lo reseñado por medios como People, la alerta Amber se activó de inmediato, movilizando a decenas de agentes, helicópteros y unidades caninas.
Pero, las inconsistencias en el relato del hombre sobre la niña, encendieron las alarmas: no había testigos, ni cámaras, tampoco rastro de la supuesta camioneta blanca con la que se llevaron a la menor.
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Las últimas imágenes de Melina la muestran tranquila, paseando con su padre en Saratoga Springs a las 5:30 de la tarde del sábado. Una hora después, habló por teléfono con su madre en Canadá, sin mostrar señales de peligro.
Según la policía estatal, fue en ese intervalo cuando Frattolin presuntamente cometió el crimen. Lo que se precisó, es que el cuerpo de la niña finalmente lo encontraron el domingo en un estanque poco profundo en Ticonderoga, oculto bajo un tronco.
La autopsia todavía no ha revelado la causa exacta de muerte, pero los investigadores descartan la participación de terceros.
Las autoridades informaron que Frattolin y su hija habían ingresado legalmente a EEUU el 11 de julio para unas vacaciones. Aunque la madre tenía la custodia plena desde 2019, el viaje contaba con su autorización.
En redes sociales, el acusado se describía como “padre amoroso” y llamaba a Melina “la luz de su vida”. Dirige una empresa de café en Montreal y no tenía antecedentes penales ni historial de violencia doméstica.
PRINCIPAL SOSPECHOSO
Este lunes, Frattolin fue presentado ante el Tribunal Municipal de Ticonderoga, donde se declaró inocente a través de su abogado. Enfrenta cargos por asesinato en segundo grado y ocultamiento de un cadáver humano.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, expresó su consternación por el caso y envió condolencias a la familia.
En tanto, la policía estatal mantiene abierta la investigación, mientras la comunidad exige respuestas sobre lo que llevó a este desenlace tan brutal.
