El este de EEUU está siendo azotado por una intensa serie de tormentas invernales que han dejado acumulaciones significativas de nieve y lluvia helada.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, hay reportes de hasta 25 centímetros (14 pulgadas) de nieve en partes de Virginia y Virginia Occidental.
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Las acumulaciones de hielo han alcanzado más de 8,4 milímetros (un tercio de pulgada) en Stanleytown, Virginia, y 6,3 milímetros (un cuarto de pulgada) en Glendale Springs, Carolina del Norte.
Estas condiciones climáticas adversas han provocado múltiples accidentes en carreteras heladas y el cierre de escuelas en varias regiones.
En respuesta a la tormenta, el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, ha declarado el estado de emergencia e instado a los residentes a quedarse en casa y evitar viajar debido a las peligrosas condiciones.
La Guardia Nacional de Virginia ha desplegado alrededor de 65 soldados para apoyar las operaciones de rescate y respuesta a emergencias.
Además, casi 12,000 personas en Virginia se quedaron sin electricidad debido a la tormenta. Las autoridades locales han aconsejado a los residentes tomar precauciones adicionales y mantenerse informados sobre las condiciones meteorológicas.
CALIFORNIA NO SE QUEDA ATRÁS
Mientras tanto, en California, se está preparando para una tormenta que podría provocar inundaciones severas en áreas urbanas del centro y sur del estado.
Esta tormenta está asociada con un río atmosférico. Se trata de una larga banda de vapor de agua que puede transportar humedad desde los trópicos hacia áreas más al norte.
Las lluvias intensas y la posible nevada en Sierra Nevada podrían aumentar los niveles de los cuerpos de agua y poner a prueba la capacidad de las infraestructuras locales para manejar estas condiciones climáticas extremas.
El Departamento de Recursos Hídricos de California ha movilizado recursos preventivos, incluyendo la colocación de más de 700.000 sacos de arena en áreas propensas a inundaciones.
Las autoridades locales han aconsejado a los residentes tomar precauciones adicionales y estar preparados para posibles evacuaciones.
La tormenta llega en un momento crítico, ya que áreas recientemente afectadas por incendios forestales podrían enfrentar riesgos aumentados de inundaciones y deslizamientos de tierra.
