El gobierno de EEUU relanzó una estrategia biológica con millones de moscas para combatir una amenaza letal, con gran presencia en el sur de Texas y México.
De acuerdo con la información recopilada por diferentes medios estadounidenses, el gusano barrenador del ganado es el principal objetivo para combatir por las moscas.
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Esta larva, que devora carne viva, representa un peligro devastador para la industria ganadera, la fauna silvestre e incluso las mascotas.
Para detener su avance desde México, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) está criando miles de millones de moscas estériles, que serán liberadas desde aviones sobre territorio mexicano y el sur de Texas.
La clave de esta operación está en la esterilización de los machos mediante radiación. Una vez liberados, estos se aparean con hembras silvestres, pero los huevos resultantes no se fertilizan, lo que interrumpe el ciclo reproductivo del parásito.
Esta técnica, conocida como “liberación de insectos estériles”, ya fue utilizada con éxito entre 1962 y 1975, cuando se liberaron más de 94 mil millones de moscas para erradicar la plaga al norte de Panamá.

GUSANO BARRENADOR VS. MOSCAS
El gusano barrenador del Nuevo Mundo no es una larva común. A diferencia de otras que se alimentan de tejido muerto, esta invade heridas abiertas o mucosas de animales vivos. Esto causa infecciones profundas, dolor extremo e incluso la muerte.
Un bovino de 450 kilos puede sucumbir en apenas dos semanas si no se trata a tiempo. De hecho, veterinarios y ganaderos recuerdan con horror los brotes del pasado, describiendo escenas de carne podrida y animales agonizantes.
Para reforzar la contención, el USDA planea abrir una nueva planta de producción de moscas en el sur de México para julio de 2026, y un centro de distribución en Texas antes de fin de año.
Mientras tanto, las moscas estériles seguirán siendo importadas desde una fábrica en Panamá, que ha sido clave en mantener a raya la plaga durante décadas.
La urgencia es tal que Estados Unidos cerró temporalmente su frontera sur a la importación de ganado vivo en mayo, una medida que no se revertirá antes de septiembre.