Un grupo de activistas migrantes inició este lunes, 16 de diciembre, una huelga de hambre, con la esperanza de lograr que la administración del presidente de EEUU, Joe Biden, renueve el Estatus de Protección Temporal (TPS).
De acuerdo con medios locales, la huelga de hambre de ocho días es porque el TPS está a punto de expirar para muchos grupos de migrantes centroamericanos después de que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, asuma el cargo.
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Como se sabe, Trump ha prometido repetidamente que llevará a cabo deportaciones masivas, una vez que esté en el cargo a partir del 20 de enero de 2025.
Actualmente, 17 países tienen la designación de TPS, lo que significa que el Departamento de Seguridad Nacional considera que no es seguro que las personas de esos países regresen.
Esto podría deberse a conflictos armados en curso o desastres ambientales. También conflictos políticos como los que atraviesa Venezuela.
Vale destacar, que los beneficiarios del TPS pueden vivir y trabajar en Estados Unidos legalmente, pero no tienen una vía directa para obtener la ciudadanía.
Es así, como miles de beneficiarios del TPS, forman parte de familias con estatus mixto.
Es por ello, que los defensores de los derechos de los migrantes temen que las familias se separen si Trump elimina las protecciones.
“Las familias que reciben el TPS contribuyen a este país”, dijo Martha Arévalo, del Centro de Recursos para Centroamérica. “Son fundamentales para la economía de este país. Dan más de lo que reciben”, sostuvo.
Si Biden renovara los TPS, esto solo duraría 18 meses más. La administración entrante de Trump siempre podría decidir deshacer las protecciones, una medida que se espera que sea impugnada en los tribunales, como sucedió cuando estaba en el cargo durante su primer mandato.
