Dos migrantes venezolanos fueron detenidos e imputados por el asesinato de un agente del Instituto Nacional de Migración (INM) en la frontera entre México y EEUU.
El incidente ocurrió el 30 de diciembre en el desierto de Samalayuca, Chihuahua, durante un operativo de aseguramiento de un grupo de personas que habían llegado a la zona a bordo de un tren.
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De acuerdo con medios locales, los acusados, identificados como Carlos Arichuna “N” y David Josué “N”, son presuntos miembros del grupo criminal «Tren de Aragua».
El agente fallecido, Luis Alberto Olivas García, fue atacado durante el operativo cuando los migrantes comenzaron a lanzar piedras para evitar ser detenidos.
Una de las piedras impactó en el rostro de Olivas, provocando su caída y posterior muerte.
Las autoridades mexicanas han señalado que están colaborando con sus homólogos estadounidenses para comparar bases de datos y avanzar en la investigación.
Gilberto Loya, secretario de Seguridad Pública del Estado de Chihuahua, mencionó que a uno de los acusados lo identificaron plenamente por el uso de tatuajes relacionados con el Tren de Aragua.
Se detalló, que ambos detenidos, permanecerán en prisión preventiva durante los próximos tres meses mientras se lleva a cabo la investigación complementaria.
En consecuencia, este caso ha generado un debate sobre la seguridad en la frontera y la necesidad de medidas más estrictas para controlar la migración ilegal.
Los defensores de los derechos de los migrantes han expresado su preocupación por el aumento de la violencia y la criminalidad en la región, mientras que otros abogan por un enfoque más duro para garantizar la seguridad de los agentes y la población local.