La Universidad de Tampa, en EEUU, se convirtió en el escenario de una tragedia que sacudió a la opinión pública estadounidense, al revelarse que Brianna Moore, una joven de 19 años, dio a luz en el baño compartido de su dormitorio y, según las autoridades, arrojó a su bebé a la basura envuelta en una toalla ensangrentada.
De acuerdo con la información reseñada por People, el cuerpo del bebé fue hallado al día siguiente por sus compañeras de cuarto, quienes alertaron a la policía tras escuchar el llanto de un bebé y notar rastros de sangre en el baño.
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La investigación reveló que Moore habría actuado sola durante el parto y que sostuvo al bebé contra su pecho hasta que dejó de llorar. Luego, lo envolvió y desechó sin notificar a las autoridades.
La autopsia determinó que la causa de muerte fue asfixia por compresión del torso, con fracturas en las costillas y hemorragia pulmonar.
En consecuencia, Moore enfrenta cargos por homicidio agravado, negligencia infantil, disposición ilegal de restos humanos y omisión de reporte de muerte. La detuvieron en octubre de 2024 en el estado de Missouri, seis meses después del incidente, ocurrido en abril en las instalaciones del campus universitario.
La defensa sostiene que Moore no sabía que estaba embarazada, alegando un caso de “embarazo críptico”, una condición en la que la gestación pasa desapercibida incluso para la madre.
De hecho, la neuropsicóloga forense Nicole Graham respaldó esta versión, describiendo a Moore como emocionalmente inmadura, con historial de autolesiones y sin antecedentes de violencia.

SU MÉTODO ANTICONCEPTIVO «FAVORITO»
Sin embargo, un elemento clave en el juicio será una conversación por mensajes de texto entre Moore y un joven de Mississippi, en la que se menciona un “plan C” como método para evitar embarazos.
En esa conversación, Moore habría escrito: “Oye, hermano. A veces necesitas un plan c”. El joven respondió: “El plan A eran los condones, el plan B era la pastilla. El plan C era matar al niño”. A lo que Moore, dijo: “El plan C es mi favorito”.
La fiscalía interpreta estos mensajes como indicios de premeditación o indiferencia, mientras que la defensa argumenta que fueron sacados de contexto y no se referían a un embarazo específico.
Lo cierto, es que el tribunal deberá decidir si estos textos reflejan una intención criminal o simplemente una conversación informal sobre temas reproductivos.
El juicio está programado para comenzar en las próximas semanas en Tampa. En tanto, Moore permanece detenida sin derecho a fianza.