En los últimos años, ha tomado relevancia el tema de los efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas. Y es que la mayoría de las mujeres experimentan efectos poco deseados como la dificultad para llegar al orgasmo.
La doctora Elisabeth Gordon señaló que cada persona tiene una reacción diferente. La mayoría de las personas que toman píldoras anticonceptivas no experimentarán ningún cambio en su libido, mientras que algunas la verán aumentar y otras disminuirán.
Por su parte, la doctora Alyssa Dweck, ginecóloga con sede en Nueva York, señaló que muchas pastillas previenen la ovulación. En este sentido, no ovular podría significar no tener el aumento de hormonas en un ciclo menstrual que motiva a alguien a tener relaciones sexuales.
Según Dweck, existe otra teoría que sugiere que la píldora anticonceptiva que contiene estrógeno puede aumentar la producción de una proteína en el hígado que se une a la testosterona. Esto puede resultar en una menor cantidad de testosterona libre en el torrente sanguíneo, lo que a su vez puede disminuir el deseo sexual o causar dificultades para alcanzar el orgasmo.
LOS FACTORES PUEDEN SER VARIADOS
Al respecto, la ginecóloga Alyssa Dweck afirmó que «en términos generales, si excitar a un hombre requiere un interruptor de luz, excitar a una mujer requiere el control de la misión». Esto significa que los factores que inhiben el impulso sexual en las mujeres pueden ser diversos.
Si bien las pastillas anticonceptivas pueden cambiar los niveles de deseo, también brindan a algunas personas la libertad de participar en su sexualidad sin temor a un embarazo no deseado, según la Dra. Rebecca Gordon. Además, la protección contra el embarazo que ofrecen las pastillas anticonceptivas puede cambiar la perspectiva. La pareja que antes te atraía y no podías resistir, puede volverse menos atractiva.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el estrés en otros aspectos de la vida y los traumas previos pueden dificultar el deseo y el disfrute del sexo. En esos casos, trabajar con un profesional de la salud mental puede ser un buen punto de partida, reseñó CNN.
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Si el problema es fisiológico, como la sequedad vaginal o el dolor durante la intimidad, es importante consultar con un ginecólogo, especialmente uno que se enfoque en la salud sexual, según Gordon.
Cuando se trata de hablar sobre excitación y disfrute sexual con la pareja, la Dra. Kristen Mark recomienda mantener la conversación centrada en tus propias experiencias e intenciones, en lugar de cómo te sientes con respecto a la otra persona. Es importante abordar el tema de manera casual y en un ambiente positivo.
Para algunas personas, un descanso temporal de la medicación podría ser útil para evaluar si los síntomas están relacionados con la píldora anticonceptiva. Sin embargo, este plan no funciona para todos. En algunos casos, las pastillas anticonceptivas se usan para controlar otras afecciones como calambres severos, desequilibrios hormonales o acné.
Es fundamental trabajar con los profesionales de la salud para evaluar si otros métodos anticonceptivos pueden ofrecer la protección anticonceptiva, el control de los síntomas y la chispa sexual que se busca.
En algunos casos, puede haber medicamentos disponibles para aumentar el deseo sexual. Ver a un terapeuta sexual también puede ser útil para estos problemas, aunque no todos tienen acceso a estos profesionales.