Justin Williamson pesaba más de 300 kilos a los 28 años y enfrentaba severos problemas de salud. Apenas tres años después, bajó decenas kilos, todo gracias a las oportunidades que le abrió su espectacular voz.
Desde que era apenas un niño, comenzó a acumular peso debido a una mala alimentación. De acuerdo al diario Daily Mail, a los tres años pesaba cerca de 45 kilogramos, el triple de la edad promedio a esa.
Cuando era un adolescente, Justin no podía caminar ni diez minutos sin quedarse sin aliento. «Sentía desesperanzada por la vida», relató, puesto que temía no llegar a cumplir los 18 años
La dieta de Justin durante su niñez, juventud y adultez consistía en platos fáciles y económicos. Entre ellos destacaban macarrones con queso, salchichas cortadas, pizza, nuggets, ramen instantáneo y sandwiches.
EL CAMBIO DE JUSTIN
A pesar de sus problemas de salud, Justin tenía un gran talento que lo haría salir adelante: su voz. Todavía recuerda el rostro de su director de coro cuando interpretó la canción Ain’t No Mountain High Enough.
Justin buscó mejorar su salud y comenzó a asistir a clases de nutrición, en donde consiguió apoyo de su profesora Diane Porter. La docente consiguió que Joe Ostaszewski, ex participante del reality “The Biggest Loser”, diera una charla a sus alumnos.
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Ostaszewski quedó impresionado por la voz de Justin y decidió ayudarlo a mejorar su salud. Además de regalarle la membresía de un gimnasio, financió un plan de alimentación y una cirugía bariátrica en 2015.
Justin actualmente pesa unos 200 kilos, aunque no está satisfecho con su situación. Durante la pandemia de la COVID-19, el joven subió varios kilogramos de peso y ahora sigue luchando por mejorar su salud y calidad de vida.