Debido a las tensiones geopolíticas que se viven en la actualidad, con los conflictos entre Rusia y Ucrania, así como el de Israel con Irán, expertos consideran que en cualquier momento podría iniciar una tercera guerra mundial que por el poderío de algunos países podría significar un holocausto nuclear que ponga en peligro la supervivencia de la humanidad.
En este sentido, un estudio publicado en Risk Analysis, analizó los países que podrían servir como núcleos de civilización tras el conflicto. Para ello evaluó a 38 naciones, según 13 criterios, que podrían dar indicios de su viabilidad para sortear un holocausto nuclear.
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Dicho análisis muestra que la supervivencia puede depender de factores que van más allá del poder militar de una nación.
No se trata solo de evitar bombas, sino de ofrecer autosuficiencia alimentaria, contar con neutralidad política y tener una ubicación geográfica privilegiada.
QUÉ PAÍSES PODRÍAN SERVIR DE REFUGIOS GLOBALES
Alejarse de los centros de tensión mundial y tener recursos propios permitiría a algunas naciones resistir mejor.
A esto debe sumarse una baja densidad poblacional, estabilidad institucional y control total del territorio. En conjunto, estas condiciones configurarían una suerte de “refugio global” para la humanidad.
En la cima del ranking aparecen Nueva Zelanda, Australia e Islandia, según lo reseñado por Gizmodo.
Nueva Zelanda es considerada un entorno ideal: con su energía renovable, suelos fértiles y distancia de cualquier conflicto directo, se perfila como el mejor lugar del planeta para comenzar de nuevo.
Australia, por su parte, destaca por sus reservas alimentarias y su infraestructura sanitaria y defensiva; mientras que Islandia, aislada y neutral, completa el podio.
Aunque América Latina no figura entre las favoritas, hay naciones que podrían mantenerse en pie tras un conflicto de gran magnitud.
Chile y Uruguay, por ejemplo, ofrecen relativa estabilidad y acceso a recursos vitales. Pero su exposición económica global y cercanía con potencias podrían jugarles en contra.
Su historia reciente demuestra que, en escenarios de guerra mundial, estas naciones sudamericanas han sabido mantenerse al margen. Quizás esa capacidad de quedarse fuera del conflicto se convierta en su mejor escudo.