Un grupo de científicos de la Universidad de Rice desarrolla un tipo de implante el cual podría curar el cáncer en solo 60 días y reduciría su tasa de mortalidad en un 50%, por lo que recibieron un financiamiento de $ 45 millones para poder seguir potenciando este revolucionario método.
Esos fondos los otorgó la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la Salud. Asimismo, se usarán para el desarrollo de «tecnología de implantes de sentido y respuesta». El objetivo es perfeccionar los resultados de tratamiento de inmunoterapia para cierto tipo de cáncer que es de un tratamiento difícil.
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«En lugar de atar a los pacientes a camas de hospital, bolsas intravenosas y monitores externos, utilizaremos un procedimiento mínimamente invasivo. Esto para implantar un pequeño dispositivo que monitorea continuamente su cáncer. Luego ajusta su dosis de inmunoterapia en tiempo real», explicó el investigador principal del proyecto, Omid Veiseh.
Como los tratamientos para la diabetes, el implante de tres pulgadas, denominado «regulador híbrido de fabricación molecular avanzada» (HAMMR), tiene como misión administrar los medicamentos de inmunoterapia en el paciente bajo un esquema de «circuito cerrado».
Según los investigadores, dispositivos recargables se comunicarán vía inalámbrica, «potencialmente con un teléfono inteligente».
SE USARÍA A CORTO PLAZO
De acuerdo al New York Post, los expertos prevén que el implante solo se use a corte plazo. En ese tiempo, neutralizarían la enfermedad en un par de meses.
«Las células cancerosas evolucionan continuamente y se adaptan a la terapia. Sin embargo, las herramientas de diagnóstico actualmente disponibles, incluidas las pruebas radiológicas, los análisis de sangre y las biopsias, proporcionan instantáneas muy poco frecuentes y limitadas de este proceso dinámico», precisó el doctor Amir Jazaeri, coinvestigador principal.
«Como resultado, las terapias actuales tratan el cáncer como si fuera una enfermedad estática», agregó.
Tal tecnología, en cambio, la cual funge como un sistema de monitoreo contra la patología y administra la medicación, brindará «datos en tiempo real del entorno tumoral que a su vez pueden guiar nuevas terapias más efectivas e informadas sobre el tumor y, por lo tanto, acelerar el proceso de tratamiento».
«La tecnología es ampliamente aplicable para los cánceres peritoneales que afectan el páncreas, el hígado, los pulmones y otros órganos», añadió Veiseh.
