En medio de una temporada de ascenso particularmente peligrosa en el Everest, un guía nepalí demostró su coraje y compasión al renunciar a su propia oportunidad de llegar a la cima para salvar a un montañista en apuros en la «zona de la muerte».
Gelje Sherpa, un hombre de 30 años de edad, estaba liderando a un cliente chino hacia la cumbre cuando descubrieron a un montañista malasio solitario y temblando de frío en una cuerda a más de 8.000 metros de altitud.
Aunque otros alpinistas habían pasado por delante del hombre sin ofrecer ayuda, Gelje Sherpa sabía que no podía simplemente abandonarlo allí y decidió que su prioridad era salvar la vida del malasio.
El valiente guía conectó al montañista a su tanque de oxígeno de reserva y lo cargó sobre sus hombros en los tramos más desafiantes de la montaña. Esta tarea fue extremadamente difícil y peligrosa, especialmente en la «zona de la muerte», donde la falta de oxígeno y las bajas temperaturas aumentan el riesgo de sufrir el mal de altura.
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Sin embargo, Gelje Sherpa no se rindió y finalmente logró llevar al alpinista herido hasta el campamento 4 con la ayuda de otro guía.
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A pesar de que el rescate fue un éxito, significó que Gelje Sherpa tuvo que renunciar a su propia oportunidad de alcanzar la cima del Everest, y también debió enfrentar la ira de su cliente, quien había pagado $45.000 por la expedición. Aun así, el guía sabía que su principal prioridad era salvar vidas y no permitir que su cliente pusiera en peligro su propia seguridad o la de los demás.
Aunque obtienen grandes beneficios económicos, estos guías nepalíes pagan un costo elevado al acompañar a cientos de aventureros cada año, siendo un tercio de las víctimas mortales del Everest sherpas.
A pesar de estos riesgos, los sherpas siguen siendo fundamentales en la industria del montañismo en el Himalaya, ya que brindan una invaluable experiencia y conocimiento a los escaladores extranjeros.
En la temporada de ascenso del año 2023, las autoridades de Nepal otorgaron un número récord de 478 permisos a montañistas extranjeros para escalar el Everest. Aunque más de 600 escaladores y guías lograron llegar a la cima, doce visitantes murieron y cinco aún están desaparecidos.