Por Roberto Marrero
Nunca se debe actuar de manera impulsiva, mucho menos en política. Acá debe privar la razón, es por esto por lo que al salir de mi injusta prisión decidí esperar un tiempo para ordenar mis ideas y evaluar los pasos a seguir en mi actividad política.
Analizando como hemos llegado aquí me permito recordar unos acontecimientos:
El 6D 2015 Venezuela logro la más importante victoria democrática de lo que va de siglo. Logramos ¡112 diputados!, el país estaba eufórico y lleno de esperanza, yo estaba alegre y triste; ya que el CNE de la señora Lucena me había anulado mi postulación como primero en la lista en Monagas, mi partido Voluntad Popular y la MUD me inscribieron en sustitución de Carlos Vecchio a quien previamente le habían anulado la postulación.
Pero la jugada donde anularon mi postulación la hizo el CNE en conjunto con unos “compañeros” de lucha que colaboraron para esa anulación… pero en fin, lo cierto es que el 7 de diciembre el país estaba lleno de Memes y caricaturas con el numero “112”. Yo no tenía pruebas, pero tampoco dudas que eran 111 ya que había un diputado que no era de fiar, si lo puso Tibisay era claro a quien respondía. 3 años después ese diputado fue pionero de los “Alacranes”, en todo caso ese revés personal pronto se convirtió en una oportunidad única, para ser secretario de la Asamblea Nacional no puedes ser diputado, así fue como termine siendo el primer Secretario de esa histórica Asamblea Nacional.
Como Secretario de la AN tenía una posición que me relacionaba con todos los diputados, hoy doy gracias a Dios por esa oportunidad, gracias a esa experiencia hoy tengo las mejores relaciones con todos los diputados, y esas relaciones me dieron la posibilidad de convertirme en el principal operador del acuerdo para que Juan Guaidó fuese presidente de la AN el 5 de enero de 2019.
Debo reconocer que Henry Ramos, el Dr. Barboza, Manuel Rosales y todos los partidos de la Unidad, honraron ese acuerdo parlamentario. Así fue como el 5 enero Voluntad Popular asumía la presidencia de la Asamblea Nacional. Tan solo un mes después habíamos logrado avanzar como oposición más que en 20 años, teníamos un momento único, nos reconocían como gobierno legítimo 60 países, pero ese momento se esfumó y hoy es una oportunidad desaprovechada.
Maduro me encarceló el 21 de marzo 2019 y me sacó de circulación, Guaidó tenía inmunidad, pero yo no, Maduro empezó una persecución al gobierno interino. Ya estando preso, ocurrieron los hechos del “30 de abril” con consecuencias catastróficas. Ese día los presos políticos nos quedamos esperando tras las rejas una liberación que no llegó y Maduro agarró fuerza, la oposición se replegó, y de allí en adelante perdimos la iniciativa…hoy estoy consciente que mi desgracia de estar preso fue mi suerte. Así como no ser diputado me permitió ser Secretario, otra vez lo adverso terminó siendo menos malo.
De haber estado en la calle el 30 de abril, habría terminado yo siendo el chivo expiatorio civil de una revuelta militar, además de ser una política que yo no habría compartido, estoy seguro de que a las reuniones con militares para conspirar no me habrían invitado, pero para el régimen sería muy fácil meterme preso y el costo político seria CERO. Sería una cárcel igual de injusta, pero con un expediente de golpe de estado, rebelión militar y la que nunca falta “asociación para delinquir” quizás hoy estaría todavía tras las rejas. Otra vez por experiencia propia comprobé que no todo el que te hace daño te perjudica, todo mal tiene consigo un beneficio equivalente o mayor.
Quienes me metieron preso queriendo dañarme el 21 de marzo, me protegieron de un mal mayor el 30A. Después de pasar año y medio preso y 2 años viviendo en el exilio, continúa la persecución política en mi contra con un nuevo juicio y bienes incautados, incluyendo mi casa que compre hace 20 años, cuando ni siquiera estaba en política ni había sido funcionario público.
Hoy en retrospectiva no me arrepiento de mis acciones políticas, si lamento profundamente la oportunidad que perdimos, pero insisto en que tenemos que continuar, no podemos renunciar hasta ver a Venezuela libre. Sin duda debemos replantearnos la lucha, el que se cansa pierde, hoy digo “Me canse de perder” no puedo seguir viendo como en un equipo donde miles de hombres y mujeres dan los mejores años de su vida, con valor y con pasión se pierden oportunidades por un puñado de egos. ¡Hemos perdido una oportunidad única!
¿Qué hacer? debemos volver a crear las condiciones, organizarnos y unirnos.
Estoy convencido que debemos reunificar la unidad, los egos deben dejarse de lado y quien no entienda esto, pues se convierte en un problema y debe ser sustituido.
La UNIDAD en la cúpula está rota, pero cuando revisas a nivel de la mayoría de las direcciones nacionales de los partidos, diputados de la Asamblea Nacional, lideres regionales, dirigentes de base y lo más importante en el pueblo, encuentras que el valor de la UNIDAD sigue vigente, la gente entiende que debemos ir unidos, el anhelo de recobrar la democracia, la esperanza de un país libre, no puede perderse por un puñado de personas que no se ponen de acuerdo, esos lideres que con intención o no, han perdido la capacidad de unir, de hacer política, de llegar a acuerdos y de cumplir su palabra, NO pueden obstaculizar la solución política a esta crisis, el deseo de millones se impondrá.
Para sumarme a esta causa unitaria, decido apartarme del partido que funde hace más de una década, por 2 razones,
La primera es pragmática, si afirmamos que en Venezuela gobierna una dictadura, es absurdo o cuando menos poco eficiente, enfrentarla con mecanismos democráticas convencionales como un partido político, más cuando los partidos están judicializados por el TSJ del régimen. Hoy mi partido, las siglas y símbolos de Voluntad Popular los tiene Maduro, tiene más lógica una coalición de todos los factores en un frente común, como lo fue la junta patriótica, la máxima de que en la unión esta la fuerza. Mientras estemos en dictadura hay que militar en la UNIDAD y quitarnos la carga ideológica partidista, ya en democracia volveremos a la militancia ideológica.
La segunda razón es que VP en su dirección política NO está cumpliendo el fin por el cual la fundamos, liderar la política para recobrar la democracia. Se dedicaron al G4 tanto que perdieron la iniciativa. Un liderazgo claro como el que tenía la Asamblea Nacional y el presidente Guaidó se vinieron a menos y la dirección política de Voluntad Popular tiene responsabilidad en esto, incluso el propio Guaidó debe revisarse. Un ejemplo de lo que digo ocurrió hace pocos días, se dio una reunión de la oposición y VP no logro centrar el debate en lo importante.
En esa reunión el debate no fue como salir de Maduro, el debate se centró en buscar las mil y una razones para acabar con el gobierno interino y la AN, como si esa figura constitucional dependiera de un acuerdo de una macolla política y no de un mandato Constitucional Art. 233. La naturaleza de esa presidencia encargada es el vacío de poder que generó la NO elección presidencial, porque Maduro no hizo elecciones en el 2018 y cometió fraude.
La tesis de que Maduro es ilegítimo fue ratificada por Europa, Estados unidos etc. 60 países democráticos, no tiene sentido que ahora le digamos a las potencias democráticas del mundo que no nos apoyen más, que nos quedamos mejor con Maduro.
La ilegitimidad del régimen solo se arregla con una elección presidencial, además el mandato Constitucional que dio el pueblo a la Asamblea Nacional legitima sigue vigente, guste o no. La tarea del presidente Guaidó y los diputados de la AN es lograr la elección presidencial y resguardar los activos para que Maduro no se los robe.
Eliminar la Asamblea legitima NO resuelve el problema en Venezuela, por el contrario, lo agudiza, le da cancha libre a Maduro.
Para finalizar agrego que la crisis actual ya no se resuelve con una elección presidencial, a estas alturas necesitamos unas elecciones GENERALES. Los que crean en la unidad y que el problema es Maduro debemos unirnos, cuenten conmigo.
Roberto Marrero
Ex preso político
En el Exilio y con ganas de volver a Venezuela.
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