Por la Dra. Carmen Mantellini
Se considera menopausia a la desaparición del ciclo menstrual por un período de 12 meses en pacientes mayores de 45 años, sin necesidad de realizar otras pruebas, excluyendo a mujeres que toman anticoncepción hormonal o que no tienen útero. La perimenopausia, climaterio o transición puede iniciarse muchos años antes, y sus cambios pueden no ser tan notorios, sin embargo, son ya susceptibles a tratamiento si se diagnostican a tiempo.
La edad promedio de la menopausia está alrededor de los 51 años y ocurre posterior a la depleción de los folículos ováricos. También existe la menopausia temprana, que es aquella que ocurre antes de los 40, y que puede ser debida a causas autoinmunes o genéticas, y la menopausia secundaria a tratamientos médicos, como la cirugía con remoción de ovarios o secuelas de tratamientos oncológicos como la quimioterapia y la radioterapia.
El estrógenos es sintetizado primordialmente en los ovarios, pero también en tejidos periféricos como el tejido graso y la piel, cuando el ovario falla, la síntesis en estos tejidos se ve también afectada y es parte de los cambios que se ven tempranamente.
En la piel, la caída de los niveles de estrógenos tiene implicaciones no solo en la estructura sino también en su función, y vemos como más de 60% de las pacientes menopáusicas tienen algún síntoma en la piel, bien sea que pica mucho, que la sienten muy seca, que se brota con facilidad.
No es infrecuente el síntoma de la boca ardiente como síntoma inicial de la caída de estrógenos. Si bien no se conoce a ciencia cierta el completo rol de los estrógenos en la piel, se sabe que su uso reduce la pérdida de agua y mejora la barrera cutánea. La terapia hormonal con progestágenos aumenta la producción de sebo y los lípidos en la superficie de la piel, lo que mejora su apariencia. Adicionalmente, la terapia con estrógenos detiene los niveles de colágeno en la dermis, que es el tejido profundo y detiene la pérdida de colágeno.
En relación al cabello, es reconocido el adelgazamiento del mismo y su caída, sobre todo en la porción más frontal, en estos casos, falta mucho aún por dilucidar en relación con los mecanismos que lo producen. En la mayoría de las pacientes, la terapia anti androgénica detiene y estimula su formación. Incluso en pacientes con niveles de andrógeno en sangre dentro de límites normales. Y se sabe que el aumento de los niveles de estrógenos detrás de la terapia hormonal promueve la fase de crecimiento en los folículos.
Así que si notas un adelgazamiento de la piel, la aparición de líneas de presión o incluso la caída aumentada del cabello, es importante consultar no sólo al dermatólogo, sino a tu ginecólogo de confianza, ya que el acompañamiento con terapia hormonal puede ser un aliado importante para mejorar no solo la caída del cabello, sino la apariencia de tu piel.
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