Sofía Chaparro, una oficial de la policía de Buenos Aires, en Argentina, se encuentra detenida después de que su carro explotó en una estación de servicio y salieron volando varios kilos de cocaína.
Los hechos ocurrieron en la noche del miércoles en una estación de servicio de la ciudad de Salta. Chaparro, quien estaba con sus tres hijos de 9, 13 y 14 años, surtía gas natural comprimido (GNC) en su vehículo cuando ocurrió una gran explosión.
En las cámaras de seguridad se puede apreciar que, tras la explosión, comenzó a caer una «lluvia blanca». En redes sociales circulan fotografías de panelas de cocaína que salieron disparadas desde el vehículo.
Las autoridades se dirigieron hasta el lugar y atendieron a Chaparro y una acompañante que resultaron heridas en la explosión. Posteriormente, las llevaron hasta el hospital San Vicente de Paul y ambas se encuentran fuera de peligro.
CHAPARRO NO DECLARÓ
El Ministerio de Seguridad de Argentina confirmó que el polvo blanco era cocaína. «La Gendarmería Nacional detectó que el auto llevaba más de 20 kilos de cocaína escondidos en ese receptáculo y detuvo a su conductora», apuntó.
El organismo aseguró que Chaparro pidió una «carga mínima» de gas, «remarcando que no se lo llenase». Apenas segundos después, el cilindro del vehículo explotó y salieron volando envoltorios de varios colores.
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El medio argentino TN apuntó que Chaparro se negó a declarar tras la imputación y se mantendrá detenida por, al menos, 60 días. La mujer está acusada de «transporte de estupefacientes, agravado por la calidad de funcionario público».
Chaparro dijo previamente que estaba en Salta por razones laborales y para que sus hijos vieran a su papá. Sin embargo, las autoridades sospechan que habría cruzado hacia Bolivia para buscar cocaína.
