Un sacerdote italiano de 35 años se quitó la vida en su propia casa ubicada en la pequeña localidad de Cannobio.
Las personas empezaron a notar algo extraño cuando el padre no se presentó a la misa matutina, por lo que sus colaboradores cercanos acudieron a su vivienda. Sin embargo, al ingresar encontraron el cuerpo del joven sacerdote sin vida. La diócesis confirmó en una nota oficial que se trataba de un suicidio.
Matteo Balzano ingresó en el seminario en 2010, cuando tenía 20 años. Sirvió en las parroquias de Borgosesia, Trecate y el Centro Diocesano de Vocaciones y fue ordenado sacerdote en junio de 2017, según informó el medio italiano Famiglia Cristiana. Tras una estancia en el Santuario de Re, el joven llegó a Cannobio, donde permaneció hasta su fallecimiento.
«La noticia de la muerte de Don Matteo dejó a toda la comunidad sin palabras y con dolor. Sin embargo, nada indicaba que estuviera pasando por una situación difícil. Había forjado una buena relación con los jóvenes y acababa de organizar el Grest, campamentos de verano para niños organizados por parroquias», indicó el alcalde Gian Maria Minazzi.
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«Era muy querido por todos. Nunca hemos notado ningún signo de malestar. Realmente no sabemos qué sucedió», continuó el alcalde.
EL CASO DEL SACERDOTE
El párroco de Padua, Giorgio Ronzoni, dijo que muchos sacerdotes suelen atravesar grandes problemas por sus estilos de vida. «Pasar de la vida de seminario (regular y reglamentada) a la vida parroquial es un cambio que puede causar crisis».
«Existe un malestar generalizado entre los sacerdotes en los primeros años de ministerio. No olvidemos que los sacerdotes jóvenes son presbíteros (es decir, ancianos) solo sacramentalmente: de lo contrario, son jóvenes, y, si el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes después de los accidentes de tráfico, debe haber una razón», añadió.
En esta línea, el Monseñor Massimo Angelelli, jefe de la Oficina de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), le envió un mensaje al resto de sacerdotes jóvenes.
«Cuando alguien elige un camino tan extremo, evidentemente piensa que es la mejor solución en ese momento, sin considerar otros escenarios. El mensaje que me gustaría transmitir, en cambio, es que siempre es posible otra opción, nadie debe pensar que está atrapado, que no hay alternativas. Siempre es posible una alternativa», expresó.