Las autoridades del gobierno de Gabriel Boric anunciaron que más de 60 venezolanos fueron expulsados de Chile este viernes, 3 de mayo, después de que cometieran delitos o infringieran normas migratorias.
El gobierno adelantó en abril que estaba organizando tres nuevos vuelos de repatriación. Este jueves se habría hecho la primera de estas rutas, según el director del Servicio Nacional de Migraciones (Sermig) de Chile, Luis Eduardo Thayer.
«Las personas que cometan delitos en nuestro país o que ingresen irregularmente serán expulsadas. Se trata de una minoría de extranjeros que residen en nuestro país, pero es una minoría que hace mucho daño», indicó.
Thayer precisó que 55 de los venezolanos expulsados cometieron delitos como robo, tráfico de drogas o tenencia de armas de fuego. Por su parte, otros 10 fueron deportados por problemas administrativos, al ingresar al país de forma irregular.
QUIEREN MEJORAR EXPULSIONES
Tras aumentar la presión desde varios sectores, el Gobierno de Boric dio el visto bueno a la deportación de algunos migrantes. Ahora las autoridades buscan hacer estos proceso de la forma más eficiente posible.
«Trabajamos en hacer más eficaces los procesos de expulsión y mejorar la capacidad del Estado», dijo Thayer. Sin embargo, dijo que para ellos necesitan de «mayores facultades para policías y el Servicio Nacional de Migraciones», acotó.
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Durante el 2024, el gobierno chileno ha deportado a 411 migrantes de varios países, incluyendo venezolanos. Según los datos oficiales, 208 de las expulsiones son por razones administrativas y 203 por una orden judicial.
De acuerdo a la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en Chile había 440.000 migrantes venezolanos para noviembre del año pasado, siendo una de las principales comunidades extranjeras del país.