Desde que Joe Biden decidió cerrarle las puertas a los migrantes irregulares venezolanos, miles han quedado varados en la frontera de México. Ante esta situación, se las han tenido que ingeniar para poder sobrevivir en el lugar, con oficios como el de los «lancheros».
A pesar de las bajas temperaturas estos venezolanos entran al Río Grande en Ciudad Juárez descalzos para cruzar a otras personas. Además, están expuestos a la contaminación del agua.
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Y aunque no tienen lanchas se han ganado el apodo de los lancheros porque hacen la misma función. Cargan a los migrantes y los llevan al otro lado del río. Detallan que cobran “cualquier colaboración que les puedan dar”.
Como millones de personas que han escapado de la crisis humanitaria en Venezuela, su objetivo no es más que cubrir sus necesidades básicas.
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“Con eso es que nos sustentamos aquí porque si no trabajamos, no comemos”, dijo un lanchero identificado como Luis a la Voz de América.
En un día pueden ganar entre 15 dólares y 25 dólares cruzando personas a sus espaldas.
Para muchos de estos migrantes su única esperanza es que tras el fin del Título 42, puedan ingresar en calidad de refugiados a los Estados Unidos.
EEUU comenzó a aplicar a los migrantes venezolanos el Título 42 en octubre, como parte de un plan del gobierno de Joe Biden para reducir la inmigración irregular. Miles de venezolanos que iban rumbo a EEUU quedaron varados en México y otros países de la región.
Otros utilizan a los «lancheros» para cruzar el río para vender pizza o café a las personas que se encuentra en la fila de uno de los portones del muro fronterizo, donde esperan entregarse a las autoridades estadounidenses.
