La venezolana Viangly Infante, de 31 años, es una de las sobrevivientes del incendio del centro de migrantes de México, el cual ardió en llamas con varias personas adentro. Entre los atrapados estaba su esposo, Eduard Caraballo, con el que llegó a ese país hace cinco meses, junto a sus tres hijos.
Caraballo pudo salvarse finalmente. No obstante, durante el angustioso momento inicial, Infante se temió lo peor. Ella se volvió la cara de esta tragedia debido a fotos y videos donde aparece desconsolada por el siniestro. Ese material mostró a Viangly golpeando la ambulancia donde estaba su marido inconsciente debido a la intoxicación por el humo.
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Días después del incendio, el hombre se recupera lentamente. La criolla contó que todo inició cuando Eduard salió de casa para comprar medicamentos para las convulsiones de la niña. «Y fue ahí que lo agarraron sobre las 13:00h».
«No había ningún motivo para detenerlo porque yo tengo un permiso de 90 días y mi visa humanitaria por un año está ya en Migración. Entonces él me llama para que le lleve los documentos que muestran que somos un núcleo familiar y que estamos legal acá», narró a BBC.
Relató que llegó a la estación migratoria con sus tres hijos. «Me dejaron esperando como desde las 14:00h. y me dejaron en la sala de espera. Me decían que ahorita lo iban a soltar, que ahorita».
«Hasta que en la noche empezó el fuego. Ahí oigo gritos, golpes en las paredes y empezó a salir humo por todos lados. Por la oficina, el baño, todo. En la zona de familias donde yo estaba había 15 mujeres retenidas y las sacaron. Ahí no había rejas ni nada, pero por lo que se ve en la zona de hombres es como una prisión, una celda», comentó.
«ME DIJERON QUE SE HABÍAN QUEMADO»
La venezolana preguntó qué pasaba y pidió que le abrieran la puerta a los hombres. No obstante, reveló que le dijeron que se habían quemado. «Me desesperé mucho y me sacaron a la calle, pero a ellos los dejaron ahí. En el momento no me importaba ni el humo ni nada: yo quería que les abrieran las rejas, que salieran todos. Quería que fueran humanos y les abrieran».
«Afuera vi que sacaban a las personas, pero no estaba mi esposo. Entonces me asomé a la ambulancia y vi que lo estaban reanimando. Es cuando entré como en shock. Entonces él reaccionó, lo intentaron amarrar y se lo llevaron. Ese fue el momento en que me grabaron, cuando yo estaba junto a la ambulancia con tanta desesperación. Nunca imaginé que ese momento se iba a hacer tan conocido porque nunca vi a nadie alrededor», reconoció.
La mujer dijo que en Venezuela no se hizo famosa «y me vine a hacer famosa aquí, en México… pero por algo tan cruel.
«A mi familia no tuve que avisarles de lo que pasó: se enteraron por las redes sociales enseguida. Me hice famosa… pero no era esta la manera», apuntó.