Momentos de tensión se vivieron en la frontera entre Estados Unidos y México cuando unos 2.000 migrantes, algunos venezolanos, avanzaron hasta la mitad del puente fronterizo para presionar y exigir a las autoridades estadounidenses su ingreso a aquel país.
La manifestación ocurrió en el Puente Internacional Santa Fe, también conocido como Paso del Norte, cuando los migrantes rebasaron un punto de revisión de autoridades mexicanas y luego intentaron ingresar por la fuerza a Estados Unidos.
Al lugar llegaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y de la Guardia Nacional para evitar la aglomeración de migrantes de nueva cuenta. Los agentes migratorios de Estados Unidos instalaron una barrera con alambres para evitar que cruzaran, así como equipos anti motines, reseñó EFE.
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A medida que llegaban más migrantes, sus reclamos aumentaron hasta que las autoridades estadounidenses golpearon a los que intentaban cruzar. Asimismo, los amenazaban con sus armas de fuego.
Decenas de indocumentados refirieron que han intentado cruzar de forma legal, pero no han corrido con suerte, ya que en la aplicación siempre les aparece un error. Además, denunciaron que en México los roban y temen por su seguridad.
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Aunque autoridades retiraron a los migrantes, aseguraron que buscarán otras formas de poder cruzar a los Estados Unidos o de obtener su cita en la aplicación del CBP One.
El cierre del puente afectó a cientos de personas que cruzan por ahí para ir a sus casas, trabajar o incluso de compras. Sin embargo, fue reabierto luego de cinco horas.
La situación de los migrantes en la frontera sigue siendo delicada y preocupante. Hasta el momento, el Gobierno de Joe Biden ha guardado silencio ante estos nuevos hechos.
Mientras tanto, autoridades migratorias estadounidenses siguen expulsando a todo aquel que ingresa de manera irregular. Además, los migrantes que son expulsados reciben una sanción de 3 años, que les impide ingresar a los Estados Unidos de ninguna manera.